BRUSELAS. Lucha contra el desempleo, seguridad energética, comercio internacional, son algunos de los desafíos que deberá hacer frente la Unión Europea los próximos cinco años.
– Empleo – La lucha contra el desempleo, que alcanza a 26 millones de personas, es la prioridad absoluta de los responsables europeos. Las instituciones europeas tienen pocas prerrogativas en el sector social, a diferencia de los Estados.
Ya instauraron varios instrumentos para proponer prácticas o formaciones a los jóvenes de menos de 25 años, como la «Garantía juvenil», o lanzaron programas para distribuir fondos a las regiones más afectadas.
– Un TLC con Estados Unidos – La Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI), un tratado de libre comercio cuyas negociaciones comenzaron durante la comisión europea saliente, cristaliza la desconfianza en la opinión pública por su falta de transparencia.
– Política energética y clima – La crisis en Ucrania y sus consecuencias en las relaciones entre la UE y Rusia empujan a los europeos a diversificar y garantizar el aprovisionamiento energético. Todas las opciones están sobre la mesa, incluso la opción nuclear y de hidrocarburos no convencionales.