Desigualdad: una brecha social disimulada

Desigualdad: una brecha social disimulada

A los estudiantes y profesionales dominicanos de economía – y 2 –

La brecha de las riquezas en una sociedad altamente desigual es aún más preocupante por la mayor parte de los individuos jubilados y los que están próximo a ser jubilados. Esto se debe a que sus ingresos reales, durante su jornada, cuando estaban activos productivamente y una proclividad en ese período hacia el consumo lo lleva a tener muy pocos ahorros para enfrentar cualquier evento no esperado debido a lo que recibe con su pequeña pensión.

La situación de los trabajadores, en edad máxima para emplearse (45-54 años), no es, notablemente mejor, pero hay un período más largo en el que una mejora distributiva de la economía puede mejorar su período de preparación para la vida de retirado.

De acuerdo con una revisión de 2011 por la OECD, el ingreso promedio del 10% más pudiente de la población es nueve veces mayor que el del 10% menos pudiente. Revisando esa emisión de la OECD en 2013, la Oficina de Censo Estadounidense mostró que los ingresos promedios después de los impuestos se elevaron un 15.1% para el 1% de 1996 al 2013, pero creció menos de un 1% para la parte inferior del 90% en el mismo período de tiempo, y cayó para los quintiles cuatro y cinco, 40% de la población.

Para tratar de adherirse al problema y buscar una forma de encaminarnos hacia mayor igualdad de ingresos se pudiera pensar, como ha ocurrido en muchas naciones con éxitos, para dar incentivos especiales que ayuden al 80% de los ciudadanos al ahorro. Quedó demostrado con los estudios de Thaler y Sunstein 2008 sobre este tipo de medidas.

Alternativamente, se podrían instaurar pasos más generales para aumentar los salarios de la parte inferior del 90% de los trabajadores para aumentar, moderadamente, las oportunidades a las familias de menores ingresos para que puedan ahorrar y mantener, relativamente estable, el consumo de los bienes esenciales.

Altschuler, Corrales y Lerner sugieren, además, la importancia de mirar fuera de las legislaturas. Liderar una nación implica, más que escribir estatutos, solucionar controversias, administrar servicios sociales y aplicar las orientaciones en el ámbito local. Estos son espacios en los que las perspectivas de un mayor poder político, sobre todo por parte de los grupos económicamente marginados, tendrán mayor peso.

Debemos, como planteamos en el artículo anterior, poner en práctica la idea de una democracia participativa contra la ritual ejercida solo periódicamente y buscar adherirnos a una democracia formal-real, donde nos concentremos en el empoderamiento de los individuos y así generar instituciones más incluyentes.

Los esfuerzos para mantener un gobierno abierto, es decir, una transparencia gubernamental para involucrar a los ciudadanos, sugieren un creciente interés en generar canales alternativos de participación y representación. Sin embargo, con demasiada frecuencia, estos esfuerzos son más limitados ya que se centran más en la modificación de políticas existentes para que se vuelvan más conocidas o eficaces. A su vez, dejan a un lado su cometido original: permitir a los participantes tornarse en empoderados que puedan realmente lograr sólidos objetivos sociales y económicos.

La creciente divergencia salarial afecta a la población en niveles sociales y psicológicos que pueden llegar a quebrantar el desempeño del individuo. Actualmente nos vemos más influenciados por querer tener patrones de consumo muy alejados de nuestra posibilidad real, esto nos lleva a erosionar la posibilidad de ahorro y contraer deudas más allá de nuestras posibilidades.

Acciones como estas contribuyen aumentar, cada vez más, la desigualdad de ingresos. No conseguimos nada con un aumento salarial eventual si el ahorro y la inversión no varían conjuntamente. Debemos optar por disminuir la existente brecha mediante, sustancialmente menores, gastos en productos no esenciales, consecuentemente, aumentando el ahorro nacional, y con ello permitiendo mayores inversiones con recursos nacionales.

Investigador Asociado:

-Rodolfo Namnum R.

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