VARSOVIA.  El ayuntamiento de Varsovia decidió despedir al director de un hospital público que se opuso a practicar un aborto en su centro, solicitado por una malformación fetal, declaró a la AFP el portavoz municipal, Bartosz Milczarczyk.

«Un médico puede rechazar un aborto invocando la cláusula de conciencia, pero un hospital como establecimiento público no puede hacerlo», dijo.

El director del centro, Bodgan Chazan, se justificó diciendo que el aborto es contrario a sus convicciones religiosas.

En Polonia, un país católico, la interrupción del embarazo sólo está permitida en caso de violación, incesto, peligro para la vida de la madre o malformación irreversible del feto, hasta las doce semanas de gestación.

El bebé nació el 30 de junio en otro hospital público pero falleció el miércoles, informó la prensa polaca citando a un representante de la madre. El caso ha movilizado a las organizaciones «provida», pero también los defensores del derecho al aborto.