Despierte y huela el café: el arábica ya no es el grano rey

Despierte y huela el café: el arábica ya no es el grano rey

David Fickling

Gracias a un segundo año de sequía en Brasil, su bebida matutina podría estar por volverse más sabrosa. Los precios de los granos robusta con sabor ceniza, cargados de cafeína, que se usan para darle un toque a las mezclas de café, han tenido una buena racha. Los futuros en la Intercontinental Exchange ganaron un 40 por ciento durante el 2016 debido al clima adverso en las regiones productoras claves del producto en Brasil y Vietnam.
En el estado de Espirito Santo en Brasil, no ha habido lluvias significativas en casi un mes, lo que ha obligado al gobierno a imponer límites para irrigación, según informó Bloomberg News. En Vietnam, las fuertes lluvias durante la etapa más ajetreada de la época de cosecha derivaron en grandes volúmenes de granos con moho, lo que redujo la producción total un 13 por ciento respecto de un año antes.

Gracias a las geografías sutilmente distintas en donde se cultivan granos arábica, más aromáticos, los mismos factores el año pasado produjeron un incremento modesto del 8,2 por ciento para esa variante de mayor calidad. Si bien la Organización Internacional del Café espera que la producción de robusta caiga en 3,7 millones de sacos de 60 kilogramos respecto del año previo en la temporada 2016-2017, el grano arábica está en auge y se proyecta que la producción alcance un récord de 93,5 millones de sacos.

Esa combinación de carestía y saturación ha significado que el descuento tradicional de la variedad robusta con respecto a la arábica ha mermado y que, en ocasiones, ha desaparecido del todo. Los sacos de robusta en Espirito Santo subieron brevemente sobre un referente local para arábica en octubre, y volvió a hacer lo mismo este mes.

Aunque los contratos referenciales globales en la Intercontinental Exchange han mostrado precios más estables, el diferencial se está estrechando aquí también: a menos de US$1.000 la tonelada métrica en diciembre por primera vez en un año.

Es probable que usted necesite un buen paladar para captar este cambio en su botella de brebaje frío, sin contar un latte butterscotch ahumado.

Por un lado, las mezclas de espresso normalmente son un 80% a un 100 por ciento de arábica –Starbucks dice que no compra otra cosa- y la pequeña cantidad de robusta que se usa a menudo está presente por una buena razón, como mejorar la crema encima de un trago corto o para potenciar una bienvenida inyección de cafeína.

La mayoría de los granos robusta se usan en café instantáneo, el que probablemente no es la primera elección de los conocedores. Mientras que precios más bajos pueden derivar en que más granos arábica se abran paso a la cadena de suministro del café instantáneo, es improbable que el cambio en los mercados cause un gran cambio en el producto de alto valor.

También hay otro factor. Hace solo 12 meses, más de un tercio del arábica en las bodegas de la Intercontinental Exchange tenía menos de un año de antigüedad. Esa cuota ahora disminuyó a menos de un quinto, y cerca de dos tercios tiene entre uno y tres años de antigüedad.

Granos tan antiguos tienen un precio rebajado con relación a cosechas más nuevas para compensar su pérdida gradual de sabor. A medida que el grano envejece, empieza a derivar hacia máquinas expendedoras y latas de café instantáneo a granel en vez de hacia máquinas de tostado de café artesanal.

El arábica puede haber empezado como el rey del mundo del café, pero la edad, ese gran nivelador, lo está haciendo aterrizar.

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