Después de cometer el hecho… ¿qué hacen los feminicidas

Después de cometer el hecho… ¿qué hacen los feminicidas

En República Dominicana se registraron 65 casos de feminicidios durante el periodo enero-junio de 2016, cometidos aproximadamente por 61 feminicidas. De estos, 28 escaparon de la justicia, 20 se suicidaron, 10 no solo mataron a una mujer, sino que hirieron o mataron a otra persona y cuatro intentaron suicidarse después de escapar.
El tema de los feminicidios en diversas partes del mundo ha provocado un aumento de los estudios en torno al comportamiento de los feminicidas, una vez cometido el crimen.
Existen situaciones que se repiten durante años como un patrón en el comportamiento del agresor. Los más comunes son el suicidio y tratar de escapar.
La indagación realizada por la Unidad de Sociedad Civil (USC) del Observatorio Político Dominicano (OPD-Funglode) observó que estos patrones continúan presentes en los casos de feminicidios registrados en el país durante el periodo indicado.
La acción del feminicida más observada fue aquella en la que el agresor trató de escapar, pero que en algunos casos fue apresado días después.
Este accionar estuvo presente en el 43% de los feminicidios registrados en el país. (28 de 65 casos).
La segunda situación con mayor presencia fue la de los feminicidas-suicidas, aquellos hombres que, luego del asesinato de la mujer, se suicidaron. En la teoría general que plantea el feminicidio, una de las hipótesis que explica este fenómeno se refiere a la impunidad que busca el agresor al suicidarse, luego de cometer el delito.
Se entiende como una manera de evitar pagar ante la familia de la víctima, la sociedad y la justicia por el crimen cometido.
De acuerdo con los datos recopilados en el estudio, de 65 casos, 20 feminicidas se suicidaron, es decir, el 31%, y cuatro (6 %) lo intentaron después de escapar del lugar del crimen.
Regularmente, este tipo de acción se da cuando ha existido una relación sentimental entre la víctima y el victimario. De estos casos, el 90 % fueron feminicidios íntimos. Es destacable que el 80% de estos feminicidios-suicidios fueron ejecutados con armas de fuego.
Otro aspecto observado fue que los agresores no solo mataron a una mujer, sino que agredieron o mataron a sus hijos u otra persona en el proceso. De estos se registraron 10 episodios.
Y… ¿qué pasa con los huérfanos? Víctimas invisibles de los feminicidios. En los últimos años la tendencia en las investigaciones se centra en la prevención y erradicación de la violencia contra la mujer, la reinserción de los agresores, el tratamiento a las víctimas indirectas de estas situaciones (especialmente los hijos), quienes son los más vulnerables en todo el proceso; así como en las políticas que aseguren el bienestar de las llamadas “víctimas invisibles de los feminicidios”.
Aproximadamente, en el 85% de estos casos hay menores de edad sufriendo una o varias pérdidas.

En el 34% de los feminicidios registrados el dato sobre los hijos de la víctima no está disponible. No obstante, en el 66% restante, la víctima tenía de 1 a 8 hijos, para un total de 78 personas sobrevivientes del feminicidio y que perdieron a sus madres.
En el caso de los agresores, es mucho más complejo determinar algunos datos en los medios impresos y digitales.
Sin embargo, se verificó en el 62% de los casos la cantidad de hijos que tenían los agresores.
Importante señalar que de un total de 44 hijos que tenían los victimarios 37 perdieron, al mismo tiempo, a sus madres y aproximadamente 68 de los 79, son menores de edad. Es importante aclarar que no siempre el victimario procreó hijos con la víctima.
Cabe destacar que una de las debilidades del sistema es, precisamente, la desprotección en que se encuentra la mayoría de estos niños. Los menores sobrevivientes de feminicidios necesitan un programa sicológico especial que el Estado garantice, y que les dé seguimiento continuo. Otros aspectos, que empeoran la situación, son la inexistencia de estadísticas sobre estos menores y la falta de políticas claras para enfrentar esta problemática.
Antes no existía una estrategia, programa o protocolo que estableciera el tratamiento que se daría a estos niños.
Empero, a finales del año pasado la Vicepresidencia de la República elaboró, junto a otras instancias gubernamentales, un protocolo para los niños sobrevivientes.
Se trata del Protocolo del Programa de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes (NNH) Huérfanos por Feminicidios, una iniciativa que busca fortalecer la protección social mediante políticas públicas dirigidas a garantizar los derechos de las víctimas invisibles de los feminicidios. Actualmente, el programa ayuda a aproximadamente 300 huérfanos.
Es importante recordar que los menores de edad son un grupo vulnerable debido a la edad y la dependencia económica y emocional que presentan; por tanto, es responsabilidad del Estado garantizar el bienestar de estos niños. Los datos aportados revelan la necesidad de la unificación del Estado dominicano, sus instituciones, los medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, en general, en la lucha contra la violencia de género y, en particular, de los feminicidios
Sobre la institución. La USC del OPD, una iniciativa de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), monitoriza los feminicidios ocurridos en las distintas comunidades del país mediante el seguimiento, recolección y sistematización de los casos publicados en los medios de comunicación impresos y digitales.

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