La alegría albergaba a la familia de Héctor Juan Bosco Guerrero Castro. Finalmente, luego de algunos años, había culminado su obra “Reflejos de un espejo roto, memorias y evidencias”.

A la presentación, llevada a cabo en el salón Juan Bosch de la Biblioteca Nacional, asistieron muchos allegados, familiares e invitados especiales que a la entrada abrazaban y felicitaban al autor.
La familia, siempre alrededor de él, mostraba su orgullo a propósito de que Bosco Guerrero siempre se manifestó animado -aún en su delicada salud- a aportar a la sociedad acontecimientos que marcaron el fin de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo y los primeros pasos del país en búsqueda de la democracia.
El lente de las distintas cámaras, captó el ambiente cálido y familiar que reinaba. Allí, los invitados resaltaban en sus conversaciones las cualidades de este escritor que, a su estilo, comenta sus experiencias en el periodo más recordado en la historia dominicana del siglo XX.
A él -cuenta en el prólogo Plutarco Frías- le tocó vivir en tres ocasiones en Nueva York y Chicago en los años cincuenta, participando en los grupos que desde allá luchaban contra el dictador y cómo se enteraron de la noticia de su ajusticiamiento.
Una vez finalizada la presentación del libro y sus detalles, el programa continuó con la degustación de bocadillos varios y de cocteles.