Algo interesante sucede alrededor de la carrera del boxeador dominicano Claudio Marrero y es el hecho de que los púgiles de su categoría hacen hasta lo imposible por no enfrentarlo.
Lo de interesante es porque ese comportamiento implica un reconocimiento a la calidad del boxeador dominicano.
Marrero se encuentra en la República Dominicana a la espera de que se concretice su próxima pelea, pero su nombre se ha convertido “en el terror” de los boxeadores de la categoría del peso pluma (126 libras).
Todo ello viene por la forma en que ha terminado dos de sus últimas tres peleas.
En el primer caso, derrotó en el mismo primer asalto al peruano Carlos Zambrano, entonces campeón pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Zambrano nunca había sido derrotado en su exitosa carrera y su récord hablaba por sí solo, 25-0. Era el gran favorito y, además, el protegido de la empresa que organizó la velada y su propietario, Floyd Mayweather, el más cotizado boxeador y deportista del mundo.
El nuestro, Claudio Marrero, contra todos los pronósticos, acabó rápido el combate y se convirtió en el nuevo campeón mundial peso pluma de la AMB. Posteriormente, en Las Vegas, Nevada, en una cartelera que calentaba el combate entre Canelo y Golovkin, Marrero perdió el cetro ante el boricua Jesús Rojas, producto de un exceso de confianza, a decir de los mismos comentaristas de la transmisión de televisión.
Sin embargo, en su siguiente combate, Marrero termina con el invicto del mexicano Jorge Lara, quien tenía foja de 29-0.
Lo mismo que con Zambrano, todos los pronósticos daban como el gran favorito al púgil mexicano, pero el dominicano le propinó un nocaut fulminante en apenas 33 segundos.
Todo ello ha provocado un gran respeto de los boxeadores del peso pluma hacia el dominicano.