Hoy, 21 de enero, se celebra en el país el Día de Nuestra Señora de La Altagracia, venerada por la feligresía católica, que la reconoce como madre de Jesús, el hijo de Dios y la considera “Protectora de la República Dominicana”.
La festividad congrega a miles de ciudadanos en los cultos en su nombre en la Basílica de Higüey y en las más de 540 parroquias, capillas y comunidades evangelizadoras de la Iglesia Católica a nivel nacional.
El presidente de la República, Danilo Medina, envió a los dominicanos un mensaje por el Día de La Altagracia, en el que eleva oraciones para lograr un mejor país y exhortó a los viajeros al templo y a quienes se desplazan por calles, observar la Ley de Tránsito y “adoptar medidas para evitar accidentes lamentables”, y tener un feliz viaje.
El mandatario dijo que se une al pueblo dominicano y eleva oraciones en procura de la intercesión de la Virgen de La Altagracia ante Dios. “Se trata de una de las conmemoraciones del santoral católico que toca con mayor profundidad a la feligresía. “Con fidelidad desbordante hacia la Madre del Hijo de Dios, nuestro pueblo clama por su protección e intercesión”.
La veneración a la Virgen María, en su advocación de La Altagracia, nació en España. La imagen de la Virgen habría sido llevada a Higüey en 1502 por dos hidalgos de Extremadura (sur de España).
Una leyenda dice que la Virgen María se apareció a un campesino en Extremadura en la altura de la rama de un árbol y de ahí su nombre de “Alta Gracia”.
Aunque para algunos el 21 de enero se conmemora el triunfo de los españoles sobre los franceses en la batalla de la Sabana Real, librada en 1691 en la región Este de la isla.
Para monseñor Benito Ángeles, vicario episcopal de Santo Domingo Este y exsecretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano, la devoción mariana se manifiesta donde quiera que hay un dominicano, como fue la belleza de la celebración del domingo pasado en la iglesia San Patricio, de Nueva York, abarrotada de dominicanos.
Miles de peregrinos acuden desde el viernes a la Basílica de Higüey a realizar sus acostumbradas procesiones de peticiones y gratitud por manifestaciones milagrosas.

Ángeles afirma que vivir la fe en el mundo de hoy significa tener coraje, valentía, decisión y una unción muy clara de vivir el testimonio coherente con lo que se cree.
Considera que los antivalores, diferentes interpretaciones y puntos de vista, son un desafío a la fe católica, en alusión a la mala interpretación que se tiene de que “los católicos adoran imágenes”, cuando lo que hacen es venerarla como madre del Salvador.
Aseguró que solo adoran al Santísimo y a Dios. Recordó que si María no acepta ser la madre de Jesús, no entra la salvación.
Culto a la Virgen. Algunos historiadores y sacerdotes católicos narran que el 12 de mayo de 1502 la imagen de la Virgen fue llevada a una una iglesia de la villa de Salvaleón de Higüey por orden del obispo de Santo Domingo, García Padilla. Había sido traída por los hermanos Alonso y Antonio Trejo.