Diagnóstico y tratamiento médico de la artrosis

Diagnóstico y tratamiento médico de la artrosis

El diagnóstico de la artrosis se hace en base a la historia clínica, el examen físico, pruebas sencillas de laboratorio y estudios de imágenes diagnósticas. Generalmente las radiografías son suficientes y nos ayudan, además, a determinar la magnitud del daño y el estadio o etapa en que se encuentra la afección. En muy pocos casos es necesario realizar tomografía computarizada, resonancia magnética o aspiración por punción con aguja del líquido sinovial de la articulación. El tratamiento médico debe estar dirigido primordialmente al alivio del dolor, la rigidez, mejorar el movimiento, restaurar la fuerza muscular y -en la medida de lo posible- prevenir la deformidad. En esta primera etapa del tratamiento es fundamental el manejo por el servicio de medicina física y rehabilitación y el uso racional de analgésicos, teniendo muy en cuenta la edad, ocupación y actividades del paciente.
Debe evitarse el uso continuo por tiempo prolongado de analgésicos antinflamatoriosno esteroideos (AINE), para prevenir la aparición de efectos secundarios comunes y potencialmente graves, principalmente a nivel gástrico y renal.
La cortisona es también utilizada en el manejo de la artrosis, administrada generalmente en la misma articulación afectada. Se recomienda, si es necesario, no administrar más de tres veces en un año.
En la actualidad existe un gran debate sobre la efectividad que pudiera derivar del uso de componentes biológicos (plasma rico en plaquetas y células madres) que al momento no muestran, basado en la evidencia, resultados convincentes en cuanto a detener el curso natural de la afección, o al menos mejorar el dolor.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas