Dialogo con el Doctor Guillermo Rivera

Dialogo con el Doctor Guillermo Rivera

“Se hace necesario que se establezcan prioridades en cuanto a la salud, educación, saneamiento ambiental, vivienda, medio ambiente y la creación de empleos para miles de jóvenes sin expectativas futuras y evitar una seductora invitación para que sean parte de la delincuencia”

1. El Gobierno está empeñado en dinamizar la economía y para ello ha puesto en marcha una política de expansión del gasto, ¿cree usted que esta es la respuesta adecuada a la falta de dinamismo y a la baja de los ingresos que sufre la economía dominicana en estos momentos?

En este sentido, el Gobierno lo que está haciendo con la aplicación de una política expansiva del gasto en infraestructura es seguir los lineamientos de la política expansiva que aplicaron los países desarrollados para estimular la economía, con la agravante de un excesivo déficit fiscal y el aumento de la deuda pública.

Hay que tomar en cuenta que nuestro país es muy dependiente del crecimiento de la economía de los Estados Unidos y aunque para la economía americana se vislumbra un modesto crecimiento económico para el 2009-2010, el mismo no es sustentable, dado que en la actualidad se incrementarán los efectivos militares en Afganistán y crecerá aun más el déficit fiscal de los Estados Unidos, que ya ronda por el 10% del PIB. Por otro lado, no se percibe que en nuestro país la variable de las exportaciones se dinamice y pueda lograr competir con las exportaciones provenientes de Asia, principalmente de la China. Lo anterior aumentaría aun más nuestra vulnerabilidad.

2.-En su opinión, esta falta de dinamismo que presenta la economía dominicana y la baja en los ingresos fiscales ¿es consecuencia directa de la crisis financiera global o  hay otros factores envueltos?

A mi parecer es una combinación de la crisis financiera global y de factores internos nuestros que aceleraron el deterioro de la economía. A mi manera de ver las cosas, en el país falta una visión de conjunto, es decir, una visión macro que permita visualizar la aplicación de políticas públicas que generen y mantengan un crecimiento económico y social sostenido. Estamos ante la percepción de una ausencia de consenso en lo económico y en lo social y, al parecer, nadie posee un mapa de navegación para ir a un puerto seguro.

3.- ¿Cree que firmar un acuerdo con el FMI como el firmado por el Gobierno dominicano recientemente, es lo correcto en estos momentos?

R: Por supuesto que la firma del acuerdo con el FMI es lo correcto, pues el Gobierno no posee otra alternativa, dada la situación imperante en los países desarrollados y en particular, en el sistema financiero internacional. Los recursos obtenidos de parte de los organismos multilaterales son cuantiosos y con condiciones generosas. No obstante, los mismos serán supervisados y monitoreados minuciosamente, para que sean utilizados en aquellas actividades previamente acordadas con esos organismos.

4.- Como usted sabe, en el país hay sectores que entienden que una vez termine la política dinamizadora del Gobierno, éste promoverá una reforma fiscal. El Gobierno, sin embargo, lo ha negado. ¿Qué piensa usted?

R: Hablar de una nueva reforma fiscal en estos momentos conduciría a crear un clima de confrontación no solo con el sector privado, sino más bien con la población del país en general. No se puede diseñar el presupuesto del Gobierno con el solo fin de recaudar más impuestos. El presupuesto debe ser diseñado en función de las prioridades y de la capacidad del Gobierno de generar los ingresos públicos, a través de mejoras en la administración de los mismos.

5.- El peso de la deuda pública, la externa y la interna, es una gran preocupación entre algunos economistas, pero no así en el Gobierno. ¿Qué opinión tiene usted sobre este tema?

R: El tema de la deuda es muy difícil de abordar debido a la complejidad del mismo. Uno se pregunta cuán confiable es el registro de la deuda en nuestro país. En este sentido, no estamos seguros que crédito público tenga una idea de cuánto es el monto real de la deuda pública. La política de endeudamiento debe ser manejada muy cautelosamente como son los casos de Brasil y Colombia, países que se autoajustan en forma constante para no tener necesidad de tocar las puertas del FMI. Esto así, porque un endeudamiento creciente puede ser caldo de cultivo para futuras crisis económicas, como por ejemplo lo que sucede hoy en  Abu Dabi y sus repercusiones.

6.- Cuando se toca el tema del Presupuesto Nacional, algunos sectores entienden que el Gobierno lleva una línea equivocada, pues una alta proporción del mismo está consagrado al pago de nómina y al servicio de la deuda pública, y descansa la inversión en créditos externos y en bonos. Estos sectores prefieren el “método de Balaguer”: gastos corrientes bajos y alta inversión con recursos propios. ¿Cuál es su punto de vista sobre esta cuestión?

En este caso, el mayor generador de empleos es el Gobierno y como no hay un buen diseño de políticas públicas, el resultado es crear mayores tensiones en el tejido social y trastocar el orden de las cosas. De ahí, que la política de empleo se consagre más al pago de nóminas, a fin de amortiguar una crisis social.

7.-Dígame, por favor, ¿cuáles son, desde su visión, los tres o cuatro principales problemas que la economía dominicana debe enfrentar con urgencia?

R: El retorno al pasado no es el mejor camino. Nuestro país requiere de un pacto social creativo, que establezca políticas públicas sociales de mercado con mayor inclusión social; del mismo modo, se requiere una reingeniería para que el combate contra la inseguridad ciudadana y el narcotráfico sea planteado dentro de un esquema integral que refuerce el andamiaje social que se está cayendo; muchos ponen los ojos en los Pactos de la Moncloa y pudiéramos hacer una reedición tropical construyendo un pacto contra la violencia, el narcotráfico y la corrupción, con provisiones para que no sea utilizado para fines electorales.

Por último, se hace necesario que se establezcan prioridades en cuanto a la salud, educación, saneamiento ambiental, vivienda, medio ambiente y la creación de empleos para miles de jóvenes sin expectativas futuras y evitar una seductora invitación para que sean parte de la delincuencia. En consecuencia, debemos promover los cambios que generen prudencia, civilidad y la cultura de la legalidad.

El protagonista

Guillermo rivera

Economista

Doctorado en la Universidad Toulouse I, en Toulouse, Francia.

Licenciatura en Economía en Brasil

El doctor Guillermo Rivera  es oriundo de Santo Domingo. Desde hace muchos años vive en Washington, Estados Unidos, junto a su familia.  Funcionario retirado del BID, como Economista y Oficial de Proyectos. Fue Consultor del Banco Mundial para Angola, Guinea Bissau y Sao Tome y Príncipe, y Economista de la UNCEPAL.

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