El crecimiento económico que ha experimentado la República Dominicana en los últimos años le da la oportunidad al país para atacar los niveles de pobreza que aún persisten, pero aplicando políticas específicas y especiales que aborden la desigualdad, señaló ayer Gonzalo Pizarro, asesor regional en Asuntos de Pobreza del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“El crecimiento económico es básico y esencial, porque sin este no se puede tener reducción de la pobreza, pero no es suficiente. Además del crecimiento económico hay que tener políticas específicas que nos permitan atacar todas las ramas de problemas sociales y ambientales que nos van a permitir un desarrollo sostenible a largo plazo”, puntualizó.
Explicó que no es que las políticas aplicadas por el Gobierno dominicano para reducir los niveles de pobreza no hayan resultado, sino que es necesario plantearse algunos cambios para poder retomar el camino de su reducción.
A pesar de su crecimiento económico, la República Dominicana es uno de los países con mayor desigualdad en la región, según el Índice de Desarrollo Humano del PNUD. El 61% de la población dominicana habita en provincias con desarrollo humano medio bajo o bajo, siendo las principales fuentes de desigualdad el nivel de ingreso, la educación, la salud y las desigualdades sociales.
Gonzalo habló previo a la presentación de una misión de la Organizaciones de Naciones Unidas (ONU), que asesorará al país en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde reiteró que el crecimiento económico facilita tener los recursos necesarios para implementar las políticas.
Misión de la ONU. Durante una semana, la misión evaluará la alineación de los Objetivos de la Agenda 2030 con las estrategias y planes nacionales, y se reunirá con representantes del Gobierno, academias, organizaciones de la sociedad civil y sector privado, para identificar brechas y sinergias existentes en el contexto nacional para lograr los ODS.
La visita de los representantes de las ONU concluirá con la entrega al Gobierno dominicano de una hoja de ruta con hallazgos preliminares, a inicios de 2018, y que tendrá el objetivo de acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030.