El diputado Víctor Suárez Díaz puso su investidura de legislador a la disposición de sus compañeros, para que decidan si debe ser sometido a juicio político y posible destitución por su ausencia a las sesiones, tras declarar que ha estado asu miendo labores fuera del país, propias de su rol de congresista.
Suárez Díaz (PLD-Santiago) es el diputado que ha desatado en la cámara baja el enconado debate por la distribución de los bonos para los regalos del Día de las Madres, y en este punto rechazó que no recibiera el aporte y aspirara a un millón de pesos para el patrocinio de una fiesta en su demarcación, como denunciaron algunos diputados. El legislador dijo haber subsanado las diferencias con el presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, porque este se disculpó con él en un programa de un medio de comunicación.
También pidió perdón -si ofendió a alguien- en el proceso de la comunicación que dirigió al presidente de la cámara, en la que rehusó recibir los 300 mil pesos que le fueron asignados para que los repartiera a las madres. Suárez Díaz se quejó de que algunos diputados se sintieran aludidos y lo acusaron de tener doble moral. “En 12 años -de legislatura- yo he aceptado todo lo que entiendo que le toca a los diputados”. Aclaró que no critica los aportes a los diputados. Asume que sus declaraciones fueron mal asimiladas. Sostuvo que no vive en Nueva York, pero aclaró que en esa ciudad vive su hijo de 14 años y su familia, a donde fue a su celebración de cumpleaños y volverá a la misma fiesta de su hija. Detalló su proceso de drenaje de las amígdalas, una situación que le pudo afectar algunos órganos.