DM emplaza a Barrick a revisar contrato o gravarán ganancias

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El presidente Danilo Medina emplazó ayer a la minera Barrick Gold a que flexibilice la   “posición intransigente que ha exhibido hasta ahora” para renegociar el contrato de extracción de oro, plata, cobre y otros minerales, o de lo contrario someterá al Congreso un proyecto de ley para establecer un “Impuesto sobre los Ingresos Inesperados” de las empresas exportadoras de minerales.

El mandatario hizo la advertencia en el acto de rendición de cuentas, celebrado ayer ante la Asamblea Nacional  con motivo del 169 aniversario de la Independencia Nacional.

Según sus explicaciones,  ese impuesto  gravará, con una “tasa justa”, el excedente entre el valor de las exportaciones de minerales, a los precios en el momento en que se realicen las mismas, y el precio de referencia para cada uno de los minerales.

Asimismo, detalló que ese precio se fijará en función de los precios vigentes en los tiempos en que los contratos originales fueron adquiridos u otorgados a las actuales empresas dedicadas a la explotación de minerales, y que el impuesto sobre los ingresos inesperados liquidados operaría como un crédito para el pago del impuesto de Participación sobre las Utilidades Netas (PUN) de 28.75 por ciento.

 Aseguró que los ingresos que se obtengan de este impuesto serán destinados a la inversión social y al combate de la pobreza.

Negociaciones.  Medina reveló que en los últimos seis meses se han   llevado a cabo decenas de reuniones con los ejecutivos de la Barrick, sin que se haya logrado convencerlos de la necesidad y la urgencia de hacer las correcciones necesarias al esquema actual de distribución de los ingresos entre la empresa y el Estado.

“A lo sumo, lo único que la empresa ha ofrecido es la posibilidad de adelantar el pago de impuestos futuros, lo que implicaría que el Gobierno actual estaría apropiándose de recursos que le corresponderían a las próximas administraciones”, dijo Medina.  

“Que no le quepa duda a nadie. Para quien les habla, una operación como la planteada por los ejecutivos de Barrick Pueblo Viejo no encaja dentro de los principios éticos y morales sobre los que se fundamenta nuestra administración”, subrayó Medina.

 Amplios beneficios.  El mandatario precisó que bajo el esquema fiscal establecido en la más reciente versión del contrato para la explotación de oro en Pueblo Viejo, con un precio promedio de 1,700 dólares la onza de oro y 28 dólares la onza de plata,  Barrick Pueblo Viejo obtendría ingresos netos  por US$2,600 millones  en los dos primeros años de producción, asumiendo exportaciones de un  millón de onzas de oro y poco más de dos  millones de onzas de plata.

“Es decir, la empresa estaría recuperando el monto total invertido en poco más de dos años. Nunca antes, en la historia de la humanidad, se ha verificado un caso en el cual una empresa minera haya podido recuperar su inversión en tan poco tiempo, mientras el Estado del país receptor de la inversión estaría recibiendo migajas durante esos primeros años”, dijo el Presidente.

 Desglosó que  de los US$1,753 millones  de ingresos anuales de exportación, el Gobierno dominicano apenas recibiría US$56 millones.  “En otras palabras, durante los primeros años, de cada US$100  de ingresos de la exportación de oro y otros metales, la Barrick recibiría US$97  y el pueblo dominicano US$3.0….   ¡Eso es sencillamente inaceptable!”, indicó Medina.

Evolución de precios.  Medina recordó que el 25 de marzo de 2002, cuando se aprobó el contrato para la explotación del oro entre el Estado  y la empresa Placer Dome, el precio del metal en el mercado de Londres era de US$298  la onza.

 Además, que ese contrato fue adquirido luego por Barrick Gold y que el día de la compra de las acciones, el precio del oro cerró en US$555  la onza.

 Citó que el 27 de septiembre de 2007  Barrick Gold solicitó, a través de carta dirigida a la Ministerio de Industria y Comercio, la flexibilización de los aspectos fiscales del contrato que el Gobierno había acordado con Placer Dome y ese día el precio del oro cerró en US$732  la onza.  

Medina indicó que a pesar de que el Gobierno podía aferrarse a lo establecido en el contrato original con Placer Dome, mostrando una actitud de apertura y flexibilidad aceptó sentarse en la mesa de negociación con la  Barrick Gold, para revisar los aspectos fiscales del contrato que ésta había adquirido.

 El 11 de noviembre de 2009, la Cámara de Diputados aprobó la enmienda al contrato con Placer Dome, en el cual se establecieron modificaciones al régimen fiscal de este, dijo Medina, y agregó: “Pero, como acertadamente sentenció el presidente Barack Obama en su discurso inaugural del 21 de enero, “cuando los tiempos cambian, nosotros también debemos cambiar”.

“Y nadie, absolutamente nadie, puede negar que luego de la crisis financiera de 2008, los tiempos de hoy son muy diferentes a los de principios de la década. “Y el hecho de que el precio del oro sea actualmente casi 6 veces más alto que en  marzo del 2002, es un reflejo de la magnitud del cambio”, enfatizó Medina.

El mandatario expresó que esa realidad fue lo que lo motivó, desde que asumió la Presidencia, a designar una comisión oficial de alto nivel, bajo la coordinación del ministro de la Presidencia, con el mandato de iniciar conversaciones con los ejecutivos de la empresa Barrick Pueblo Viejo.

Esa comisión tiene como objetivo, explicó Medina,  acordar modificaciones al esquema fiscal establecido en el contrato, dado el cambio dramático que ha tenido lugar en el precio del oro en el mercado de Londres.  

 Una defensa.  El Presidente dijo que está consciente de que  ni el Gobierno ni Barrick Pueblo Viejo tienen la culpa de este resultado.

“La verdad es que ninguno de los dos previeron, y quizás no podían prever, lo que iba a suceder con el precio del oro luego de la crisis financiera global que estalló en septiembre del 2008”, señaló.  

“Pero la realidad es que la situación cambió. Que las circunstancias ahora son muy diferentes. Y si por mutuo acuerdo no modificamos los términos fiscales del contrato durante los primeros años, la Barrick se quedaría prácticamente con todo y el pueblo dominicano con nada”, apuntó Medina.

Ultimátum.  Medina, quien fue aplaudido y vitoreado por los mismos congresistas que en 2009 aprobaron la  enmienda al contrato que otorga los citados beneficios a la minera canadiense, le hizo un último llamado a la empresa para que acceda a la revisión del contrato. 

En tal sentido, argumentó que el esquema actual de distribución de ingresos, luego del alza en los precios del oro en el mercado mundial, es inaceptable.

“Hasta ahora hemos sido pacientes. Pero la paciencia tiene un límite. Y más para un Gobierno que está a diario en la calle y ve dibujadas en el rostro de nuestra gente las urgencias de una mayor inversión de recursos que le permitan mejorar sus condiciones de vida”, dijo.

“Estoy seguro que esta iniciativa recibirá el apoyo mayoritario y expedito de los legisladores de todos nuestros partidos políticos presentes en esta Asamblea Nacional”, expresó.

Seguridad jurídica.  Al referirse a la preocupación que sus pronunciamientos pueden generar en la inversión extranjera, dijo: “sé que algunas empresas argumentarán que sus contratos contienen cláusulas de estabilidad fiscal durante la vigencia de los mismos que impiden la creación de nuevos impuestos que las afecten.

“Mi respuesta a esa argumentación es la siguiente. Primero, la introducción del nuevo impuesto no reducirá el valor del contrato original adquirido u otorgado a la empresa. Lo que el nuevo impuesto haría sería distribuir el aumento en el valor del contrato, generado por el alza inesperada de los precios, asignándole un porcentaje justo del incremento al pueblo dominicano y el resto a la empresa”, indicó Medina.

“Segundo, al igual que sucede en los países desarrollados que rechazan las solicitudes de cláusulas de estabilidad fiscal, en nuestro caso las decisiones que hayan tomado los poderes Legislativos en el 2002 y el 2009, no pueden atar de manos al actual ni a los futuros Congresos que elija el pueblo dominicano, pues esto violaría los derechos de soberanía”, apuntó.

 “No es por casualidad que Estados Unidos, Canadá e Inglaterra no permiten la inclusión de este tipo de cláusulas en los contratos de explotación petrolera y minera”, enfatizó Medina.

“Y tercero, el contrato inicial con Placer Dome contenía cláusulas de estabilidad fiscal similares y el Gobierno, a solicitud de la Barrick Gold, accedió a sentarse en la mesa de negociaciones para modificarlo a favor de la empresa”.

 “Ahora que los elevados precios favorecerían de manera exagerada y exclusiva a la empresa en los primeros años, corresponde a la empresa aceptar la invitación del Gobierno para que, por mutuo acuerdo, modifiquemos la distribución de los ingresos que generará la explotación del oro de Pueblo Viejo”, concluyó.

Oro dominicano.  En esta parte de su discurso Medina fue sumamente enfático: “Señoras y señores, quiero que me escuchen bien: el oro que subyace en el suelo de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón es del pueblo dominicano.

¡De nadie más!

“Y solo podrá ser extraído, procesado y exportado si las condiciones de distribución de los ingresos generados por la explotación de este recurso no renovable, son justas y favorables para las dominicanas y los dominicanos”.

Las modificaciones han sido la regla

Medina   manifestó que las modificaciones de los esquemas fiscales
acordados con las empresas petroleras y de minerales han sido la regla y no la excepción en el mundo, a raíz de los aumentos inesperados de precios que han tenido lugar.

Citó  que lo que el Gobierno dominicano está requiriendo no es algo muy diferente a los cambios fiscales hechos en Argelia en 2006, en Argentina en 2002, 2004 y 2006, en Australia en 2008, en Bolivia en 2005, 2006 y 2007, en Canadá en 2007, en China en 2006, en Ecuador en 2006, 2007 y 2008, en India en 2008,  en Inglaterra en 2002 y 2005, en Italia en 2008, en Kazajistán en 2008, en Mongolia en 2006, en Nigeria en 2008, en Papúa Nueva Guinea en 2008, en Rusia en 2002 y 2003, en Estados Unidos en 2005, 2006 y 2007, en Venezuela del 2002 al 2008, en Vietnam en 2008,  y en Zambia en  2008.

Aseguró que  el Gobierno favorecerá el mantenimiento del mejor clima para la inversión nacional y extranjera, pues tiene  un firme compromiso con la seguridad jurídica.

Reconoció que la inversión  que se ha producido en el proyecto Barrick Pueblo Viejo es la de mayor envergadura que ha tenido el país en toda la historia, estimada en $3,000 millones, monto que deberá ser validado por la auditoría que el Estado dominicano contrató con la firma SGS. Dijo estar convencido de que la Barrick es una empresa seria, comprometida con una minería responsable, y cumplidora de las normas y mejores prácticas para proteger el medio ambiente.

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