PUNTA CANA, República Dominicana
AP
La policía nacional dominicana informó ayer que investiga el ataque que sufrió una turista estadounidense en un hotel de Punta Cana. El hecho fue conocido esta semana porque la afectada lo hizo público.
El vocero de la policía, coronel Frank Durán, explicó que inmediatamente después de que se conoció el hecho el 29 de enero los investigadores visitaron a la víctima en la clínica donde estuvo internada, tomaron su testimonio y el de su esposo y levantaron evidencias del lugar donde ella dijo que estuvo cautiva.
Sin embargo, aclaró que “hay muchas conjeturas con relación a ese caso, hay muchas informaciones que no concuerdan con algunas de sus declaraciones. Tenemos que esperar que la investigación concluya».
En tanto, el hotel Majestic Elegance Resort, donde se alojaba la turista estadounidense, ha decidido esperar un día más para pronunciarse sobre el caso.
Tammy Lawrence-Daley, de 51 años y oriunda de Delaware, narró esta semana en Facebook el violento ataque que sufrió en ese hotel de Punta Cana. Aseguró que en su segunda noche en el complejo un hombre con un uniforme como el de los empleados del hotel la atrapó mientras se dirigía a la playa para tomar algunas fotos de la luna sobre el agua y la arrastró hasta un cuarto de mantenimiento donde la golpeó y estranguló.
Durante el ataque se rompió la boca, lo que requirió numerosos puntos de sutura. Un diente fue arrancado y otros fueron empujados fuera de su posición, dijo en una entrevista telefónica con The Associated Press. Se le rompió la nariz en varios lugares, sufrió una fractura orbital y tenía marcas de dientes en su cadera.
La mujer, que estaba de vacaciones con su marido y una pareja de amigos, dijo que decidió hacer pública su historia para ayudar a otras mujeres y advertir a los turistas sobre qué esperar de la administración del centro turístico.
“La única oportunidad que tuve para darme vuelta fue cuando me estranguló. Y ahí fue cuando vi el uniforme. Y cuando traté de mirar hacia arriba no pude porque me estaba desmayando en ese momento“, dijo en la entrevista telefónica.
Agregó que en los momentos en que estuvo consciente no pudo distinguir el rostro del agresor porque ya había sido golpeada tan salvajemente que sus ojos estaban hinchados, pero que está segura de que su atacante llevaba un uniforme con el nombre del centro turístico bordado. “Definitivamente llevaba un uniforme del resort“, dijo.
Durante su ausencia su esposo y sus amigos fueron a la recepción del centro turístico tres veces antes de que el departamento de seguridad accediera a buscarla. Les sugirieron que talvez estaba ebria y dormida en algún lugar, narró la mujer.
Pese a la magnitud de los golpes Lawrence-Daley sobrevivió y fue encontrada a la mañana del día siguiente y trasladada a un centro médico donde estuvo internada por cinco días.
El relato de la mujer en Facebook estuvo acompañado de fotografías en las que se puede ver su cara fuertemente golpeada. Incluso después de su estadía en el hospital en República Dominicana, Lawrence-Daley dijo que todavía no está segura si fue agredida sexualmente. “Tuvimos que obligarlos a hacer un kit de violación y eso no sucedió hasta 48 horas después. E incluso en ese momento fue un hisopado externo, eso fue todo“.
Justo cuando comenzaba a recuperarse físicamente las autoridades dominicanas le dijeron que no investigarían el ataque a menos que declarara en un tribunal local. La mujer logró testificar antes de regresar a su casa.
Pero después de una investigación de tres meses y un intento fallido de negociar un acuerdo extrajudicial, la compañía de seguros del hotel le envió una carta diciendo que Majestic Elegance no tenía ninguna responsabilidad ya que no podía identificar a su agresor como empleado.
Por su parte, la embajada estadounidense en República Dominicana informó que sigue el caso de cerca y que colabora con las autoridades locales y cuestionó que el complejo turístico no haya dado respuesta a un ataque ocurrido dentro de sus instalaciones.
La denuncia ha puesto bajo la lupa la seguridad de estos complejos turísticos y podría impactar negativamente en la economía del país, que vive del turismo y cuyos visitantes son en su mayoría estadounidenses. Periódicamente el Departamento de Estado de Estados Unidos emite avisos para sus ciudadanos sobre los destinos que visitan. En uno de ellos difundido en febrero alertó a sus ciudadanos sobre la alta tasa de delitos y robos en República Dominicana.
De los 6,5 millones de turistas que visitaron el país el año pasado casi tres millones arribaron desde Norteamérica, la mayoría desde Estados Unidos, de acuerdo con estadísticas del Banco Central dominicano.
Independientemente de lo que suceda con su caso, Lawrence-Daley espera que su historia pueda llevar a algún tipo de cambio positivo. “Si instalan cámaras, eso es al menos un paso más para ayudar realmente a las personas“, dijo.