Por tratarse de la persona que me envió el mensaje a través de Tato Medina, ya fallecido, quien laboró por mucho tiempo en la Sociedad Industrial Dominicana, y a quien conocí por vía de Gaby Castillo, de quien fui compañero de labores en el Banco Agrícola, no dejé de preocuparme.

Lo que me dijo Tato fue simplemente que los servicios de inteligencia tenían informes de varios asuntos, incluyendo una cena con don Juan. Pero ese mismo día se presentó a mi oficina un oficial del DNIcon una información confidencial. Trajo consigo una grabadora y un sobre con la transcripción de la cinta. Pocos días después me envió la misma información Guillermo Caram.

Se trataba de una conversación entre tres personas. Un conocido líder empresarial ligado al Partido Reformista, uno de los asesores del Presidente y el secretario de laPresidencia. Preocupados los dos primeros por mi estadía en Aduanas, según ellos, ayudando a Bosch en perjuicio de Balaguer.

Tan pronto llegué al despacho esa noche, le puse el tema a Balaguer, quien de inmediato me dijo que se había armado un alboroto, entre otras cosas, por mi asistencia a una reunión con Juan, como él le llamaba. Reunión no, le respondí. Se trataba de una cena amistosa. Y usted lo sabía. En esa cena se habló de todo. Hasta de boxeo.

Balaguer, conmarrullería o suspicacia me dijo: “Yo pensaba que el experto en boxeo era Pina Acevedo, no tú”. Le contesté que conversaba mucho de boxeo con él y con Backemont, pero que de lo que hablamos fue de boxeo político.

¿Cómo así, preguntó? Entonces le expliqué la teoría de que en boxeo como en política se busca ganar. Pero que la victoria no tiene que ser necesariamente por knockout, sino también por decisión de los jueces. Y que el que está delante, no debe exponerse a un golpe que lo derribe.

Aproveché para recordarle que de todo ese alboroto y preocupación, en cierto modo él era responsable, porque habíamos acordado que yo duraría solo dos años en Aduanas, y él me solicitó que me quedara un tiempo más. Y que además, le había dado mi palabra a don Juan de ayudarlo.

Hizo algunos comentarios, y con su humor particular, cuando quería, comenzó a reírse y me dijo: “Déjalos que se entretengan en algo. No le hagas caso a eso. ¿O tú crees que esa cinta te llegó por arte de magia? Fui yo quien dio orden de que te la entregaran”.

Luego expresó: “La preocupación de algunos sectores, más que por asuntos electorales, es porque se está rumorando que habrá una Reforma Fiscal.Ellos son mis amigos, pero entre la amistad y los intereses, se imponen los intereses. PeroBosch y Peña Gómez son indispensables para que podamos arribar a un acuerdo con la Reforma. A mí no me gustan las Reformas Fiscales, menos en tiempos electorales, pero los organismos internacionales insisten en eso. Así que no le hagas caso a ese alboroto, que yo sé quién es quién”.