Ébola: posibilidad de entrada al país y aislamiento de casos

Ébola: posibilidad de entrada al país y aislamiento de casos

Hemos estado leyendo acerca de las reuniones que el Presidente de la República ha sostenido con las autoridades de Salud Pública y otras instituciones afines a emergencias y desastres para tomar medidas de control en los puertos, aeropuertos y frontera con relación a una posible entrada de personas con el virus del Ébola.

Se ha hablado mucho, igualmente, sobre el lugar donde se establecerá la unidad especializada de aislamiento categoría cuatro para internar un probable caso de Ébola que ingrese al país.

De que es necesario tomar esas medidas en los puntos de entrada señalados, es algo que no se discute. Pero sería recomendable también hacer algunos ejercicios mentales acerca de cómo podría entrar una persona incubando la enfermedad a nuestro país. Para eso es imprescindible analizar el comportamiento humano en relación a los viajes para que no nos cause sorpresa la presencia de una persona con la enfermedad en nuestro territorio después de haber pasado los puertos, aeropuertos y frontera terrestre.

Primero: pensamos que ninguna persona enferma con fiebre, malestar general, dolores abdominales, náuseas, vómitos y diarrea viaja en esas condiciones si es por placer o por trabajo. Entendemos que esperará mejorarse para emprender el viaje.

Segundo: creemos que un dominicano o extranjero que haya viajado recientemente a Guinea, Liberia o Sierra Leona países afectados por el virus del Ébola, tal vez enviado por la empresa para la que trabaja, irá atemorizado y con mucha ansiedad. De no ir podría perder el empleo y por lo mismo iría a regañadientes. Una vez que regrese al país donde vive, en Europa o Estados Unidos, por ejemplo, pedirá vacaciones para liberar el estado de estrés.

Tercero: si esa persona, dominicano o extranjero, decide venir al país, en caso de ser dominicano, entrará asintomático por cualquier frontera, aérea que será la más probable, marítima o terrestre. Si es un nacional, iría a visitar a sus familiares y en dos a cuatro días por ejemplo, se sentirá mal y acudirá a una clínica privada más que pública por su estado socio económico. En caso de extranjero, pasará lo mismo, y buscará ayuda en el resort donde estará alojado.

Por estas razones es necesario que todos los profesionales de la salud, médicos, enfermeras y otros, además de la población en sentido general, debe conocer cómo podría presentarse una persona sospechosa de padecer de Ébola a través de mensajes radiales, televisivos y periodísticos para que sepa qué hacer ante esa persona.

Por otro lado, somos un país que si bien tenemos una economía intermedia, en realidad la inversión en salud es de países pobres y si no hay una voluntad política de mayor inversión en salud, debemos pensar soluciones más favorables y menos costosas para tratar una persona con Èbola.

Sugerimos lo siguiente:

Primero. Que el gobierno dominicano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y el de Salud Pública, solicite al gobierno norteamericano colaboración en caso de tener un paciente con Èbola y posible trasladado a los Estados Unidos.

Segundo. Que el Hospital Militar “Dr. Ramón de Lara” en la base aérea de San Isidro, sea el hospital para referir a la persona sospechosa de contagio. Esto así, porque no reciben tantos pacientes como los hospitales públicos; los médicos militares reciben órdenes y habrá más cumplimiento a la disciplina en cuanto al manejo; tiene un aeropuerto cercano que facilitaría, en caso de un paciente con Èbola, su traslado en avión a los Estados Unidos.

De esta manera el país se podría economizar recursos que son más perentorios en otras necesidades de salud.

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