Estados Unidos podría estar terminando uno de ellos y a las puertas de iniciar un ciclo recesivo (caída del PIB y empeoramiento de otros indicadores). Y es que el indicador que utiliza la Reserva Federal para intentar predecir las posibilidades que tiene EEUU de caer en una nueva recesión ha alcanzado el ratio más alto de los últimos casi seis años.
Este indicador conocido como Smoothed US Recession Probabilities ha marcado su cota más alta desde julio de 2009. Quizá es demasiado pronto para anticipar nada, puesto que si se observa la evolución histórica de este indicador aún se encuentra en un rango relativamente bajo, aunque casualmente casi coincide con lo que marcaba este indicador en noviembre de 2007 (3,96%), justo cuando estalló la crisis financiera en EEUU.
Ahora mismo, el Smoothed US Recession analizado de forma mensual ha alcanzado en noviembre de 2015 (última actualización) un porcentaje del 3,84%, afirma una publicación de El Economista.
Este índice utiliza cuatro variables económicas de gran importancia en EEUU para cuantificar las probabilidades que existen de caer en una recesión. La Fed usa datos de empleo, del Índice de Producción Industrial, los ingresos personales excluyendo el pago de transferencias, la fabricación de bienes y las ventas al por menor.
Además, la publicación de este preocupante dato coincide con las turbulencias que están sufriendo los mercados financieros. Las bolsas de medio mundo se encuentran rozando soportes importantes tras un mes de enero que ha sido de los perores de los últimos años. El petróleo se encuentra en mínimos de 2003, la economía china está en pleno proceso de desaceleración y el oro vuelve a convertirse en un refugio como ocurren en la crisis financieras.
Por otro lado, el ferrocarril de mercancías en EEUU también esta dando señales sobre una posible desaceleración de la economía.