Berlín.  La canciller alemana, Angela Merkel, iniciará mañana su octava visita oficial a China, una cita con un fuerte componente económico y en la que el clima y la energía tendrán un “gran papel”, según fuentes del Gobierno alemán.

Merkel, que viajará acompañada de 18 grandes empresarios y una delegación de parlamentarios, se va a reunir con el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo, Li Keqiang, y prevé suscribir varios acuerdos de carácter económico y político.

“Tenemos en general una relación económica fuerte, que sigue siendo muy importante”, explicaron fuentes gubernamentales, no obstante, el objetivo es profundizarla.

Alemania, el mayor importador europeo de productos chinos y el mayor inversor europeo en el país asiático, desea llamar la atención en este viaje de Merkel sobre la apertura del mercado de proveedores, el respeto a la propiedad intelectual, las condiciones para las transferencias de tecnología y los procedimientos para la concesión de licencias.

Las grandes compañías alemanas están además interesadas en el proceso de digitalización de la industria china -donde aspiran a obtener importantes negocios- y en la liberalización de los mercados financieros chinos, con el objetivo de reforzar la posición del parqué de Fráncfort.

De telón de fondo de estas conversaciones de carácter económico, explicaron estas fuentes, está el frenazo del crecimiento del gigante asiático y los esfuerzos de Pekín por reestructurar la economía de un modelo basado en las exportaciones a otro centrado en el consumo interno, algo en lo que “la industria alemana tiene interés en ayudar».

Las empresas alemanas logran entre el 5 y el 10 % de su facturación en China, una tasa que, en el caso del sector de la automoción, se eleva hasta el 35 %, lo que refleja la importancia de la segunda economía del mundo en Alemania.

Con la vista puesta en la Cumbre del Clima de París, en la que se quiere firmar un acuerdo global y vinculante para frenar el cambio climático, Berlín aspira a implicar a Pekín como gran emisor de gases contaminantes y como representante de los intereses de las potencias emergentes.

Asimismo, la canciller desea analizar con los líderes chinos el grado de implementación del acuerdo bilateral de asociación para la innovación, uno de los puntales de la relación estratégica entre ambos países.   Según fuentes gubernamentales, Merkel abordará en sus encuentros la cuestión del estado de derecho y del respeto a los derechos humanos en China, un asunto “habitual” en la agenda china de la canciller.

La censura en China es un motivo de “preocupación” en Berlín, reconocieron estas fuentes, que recordaron “la serie de detenciones de periodistas, abogados” y otras personas, así como la puesta en marcha de una ley que dificultará la acción de la ONG.

Asimismo se van a abordar cuestiones internacionales, del conflicto marítimo en el Mar del Sur de China a Ucrania, pasando por Corea del Norte, Ucrania y Siria, donde Pekín puede jugar un papel importante influyendo sobre Moscú, a juicio de Berlín.

“Con el creciente poder económico y político de China va naturalmente de suyo una mayor asunción de responsabilidades” en el ámbito internacional, argumentaron estas fuentes del Gobierno alemán.   El programa de la canciller empieza mañana en Pekín con un entrevista con su homólogo chino Li Keqiang, una rueda de prensa y un ceremonia donde se firmarán varios acuerdos de carácter económico y político.

Por la tarde está prevista una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, a la que seguirá una cena con importantes representantes políticos del gigante asiático.

Merkel viajará al día siguiente a la provincia de Anhui, lugar de nacimiento de Li, para ver cómo es la vida rural en una región eminentemente agrícola. Allí se celebrará un encuentro de la comisión germano-china de asesoría para asuntos económicos.