Economía y educación

Economía y educación

Cómo opera el equilibrio económico

Se fundamenta en el crecimiento sostenido del consumo de la población, que huelga decirlo, ha desplazado el desarrollo de la actividad productiva de la isla.   Por otro lado, a falta de mercados consumidores, la industria de los países desarrollados se sumiría en una profunda crisis, hay que sostenerlo y mantenerlos, de ahí la dependencia económica de la isla.

Créanlo, las ayudas de naciones industrializadas a los pueblos pobres no tiene otro interés que la búsqueda y desarrollo de mercados de consumo para sus empresarios fabricantes.

Asunto de subsistencia convertida en jornada patriótica de  gobiernos en donde existe desarrollo de producción fabril que, huelga decirlo, sin consumidores se enseñorearían las dificultades económicas. Pues Latinoamérica es apreciada por su mercado de consumo, pasando a un segundo plano el rol económico de productores de materias primas.

La categoría de mercado consumidor en oposición al de un mercado productor o industrial avala la creciente y revolvente deuda externa de los países latinoamericanos que protegen y blindan su más preciado tesoro, el status económico consumista, con dólares de deuda externa, inyección de divisas periódicas que deben ingresar a las economías cuyo modelo de subsistencia es el consumo y no la producción, dólares o divisas que no producen, por eso la creciente deuda externa para asistir por la vía del cambio de pesos por dólar en lugar de crédito en divisas a los exportadores que se ríen con las muelas de atrás.  Al importador latinoamericano no le cuesta nada, ningún esfuerzo, el volumen de dólares que se engullen para sostener este modelo perverso y anti-nacional identificado como mercado compradores, en otras palabras, el de los consumidores dependientes.

¿Por qué echarle la culpa de nuestros males económicos a los industriales foráneos?

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