Cuando los Medias Rojas adquirieron al versátil Eduardo Núñez en un canje con los Gigantes a finales de julio, fue con la idea de que el infielder dominicano ayudara a llenar el hueco que quedó en la tercera base tras el fracaso del venezolano Pablo Sandoval.
Los Patirrojos acababan de subir al antesalista quisqueyano Rafael Devers desde ligas menores con el mismo objetivo, pero buscaban reforzarse en caso de que el novato no fuese capaz de manejar la esquina caliente.
Pero ante el trueno que ha aportado Devers y la ausencia del intermedista Dustin Pedroia, quien se encuentra inhabilitado por una lesión en la rodilla izquierda, ha sido en la segunda base donde la presencia de Núñez ha sido crucial. Y a la vez, el veterano ha sobresalido de manera inesperada con el madero.
Antes de integrarse a la novena de Boston, Núñez había visto acción como intermedista en apenas 29 juegos a nivel en Grandes Ligas y solamente 16 como titular. En lo que va de la temporada, el oriundo de Santo Domingo ya ha disputado 15 juegos como segunda base titular de los Medias Rojas.
«Estábamos adquiriendo a un muchacho que estaba poniendo buenos swings y era un bateador de Grandes Ligas probado», dijo el manager de Boston, John Farrell, acerca de Núñez. «La versatilidad defensiva probablemente fue el factor decisivo, porque nos permitía llenar huecos y darles días libres [a otros jugadores]. Ahora estamos tratando de encontrar la manera de darle respiros a él».
De su parte, Núñez dice estarse adaptando bien a la intermedia.