TOLUCA, México. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el mexicano Enrique Peña Nieto y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, se comprometieron este miércoles a incrementar sus vínculos comerciales en una cumbre de Norteamérica celebrada en México y ensombrecida por varias fricciones entre los vecinos.

Peña Nieto ejerció de anfitrión de la VII cumbre de Norteamérica en el palacio de gobierno de la ciudad de Toluca, cerca de Ciudad de México y capital de su natal estado de México, en busca de medidas para revitalizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994, con la mirada puesta en Asia.

En la rueda de prensa de cierre, el mandatario mexicano dijo que la cumbre de este miércoles debe contribuir al gran objetivo de hacer de América del Norte «la región más competitiva del mundo».

Los tres gobiernos no tienen planes para reabrir el TLCAN, que impulsó un crecimiento en los últimos veinte años del 265,4% del comercio trilateral, que ya supera el billón de dólares al año.

En cambio, los gobiernos proponen modernizar el acuerdo a través del ambicioso proyecto de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), que negocian junto a otras nueve naciones y que Washington espera que esté listo este año.

Obama admitió que ha tenido que hacer frente a oposición al acuerdo -que incluiría a países asiáticos como Japón y Vietnam- por parte de «elementos» de su propio Partido Demócrata.

«Lo que he dicho al presidente Peña Nieto y al primer ministro Harper es que lo tendremos aprobado si es un buen acuerdo», dijo Obama en la conferencia de prensa, tras la cual regresó a su país después de permanecer menos de nueve horas en Toluca.

Los tres líderes coincidieron en asuntos que van desde facilitar el flujo comercial dentro de Norteamérica, proteger a la amenazada mariposa monarca que vive en la región y seguir cooperando en seguridad.