El 4% no es suficiente para la glotonería magisterial

El 4% no es suficiente para la glotonería magisterial

Se creía que la convulsionada agitación permanente que mantenía el gremio magisterial para reclamar aumentos salariales había cesado. Pero de repente, pese a todos los beneficios recibidos después del 4%, la ADP vuelve a su redil de agitación. Y al tiempo reduce con paros escalonados la docencia ya de por sí de mala calidad.
Pese a los millones de pesos que se le ha inyectado al sistema después del 4% del presupuesto, no se ha traducido en grandes beneficios para el aprendizaje de los escolares. Las mejorías físicas son notables en el campo educativo. El gobierno en los pasados seis años ha desplegado una energía renovadora del sistema. Se han construido miles de aulas diseminadas por todo el país en modernos planteles. Se le han añadido las áreas infantiles y a la par se ha instituido la tanda extendida con alimentación y todo.
Las escuelas se han inundado de sistemas modernos de enseñanza con las computadoras inundando las aulas. Imberbes niños ya conocen su operación cosa que para la mayoría de la población de más de 40 años nunca vieron una pantalla de computadora y mucho menos un teclado distinto al de las maquinillas de escribir.
La logística de la tanda extendida, con alimentación incluida, ha resultado una innovación pese a los fallos como han sido los atrasos en los pagos a los suplidores de alimentos. Incluso los ha habido de una calidad dudosa con el consiguiente problema de salud de los niños intoxicados. Las quejas de los suplidores de servicios a Educación son notables, tanto para el pago de las cubicaciones de las escuelas en proceso de construcción como las facturas de los suplidores de alimentos y mobiliario escolar. Esto ocasiona severos contratiempos a esos pequeños empresarios que se ven agobiados por las entidades financieras en donde se nutren de los recursos para operar y cumplir con sus compromisos con el Ministerio de Educación.
La formación magisterial adolece de severas lagunas. Estas se evidencian cuando el sistema dominicano es puesto bajo la lupa por entidades educativas internacionales. Las evaluaciones que se llevan a cabo saca a relucir las deficiencias tanto del formador como de los estudiantes, en comparación con evaluaciones llevadas a cabo en escuelas de otros países..
Los maestros y las decenas de escuelas construidas son los depositarios de los beneficios del 4% presupuestal. Esa enorme apreciable inyección de dinero ha cambiado la fisonomía del magisterio ahora mejor presentados con su apreciable mejoría salarial. Ahora aspiran a un 25% adicional como si la ubre estatal estuviera destinada a servir solo al magisterio.
Se creía que ya todo era bonanza en el sector educativo, que siempre se distinguía por su fiera militancia en sus reclamos a los gobiernos de turno. Y aun cuando se tratara de administraciones políticas obedientes a un mismo partido. Y curiosamente con el cambio de ministro en agosto pasado es que se alteran las relaciones que habían transitado por un mar en calma. Y más ahora que en la cúpula del ministerio hay más interés en ver de cerca a los docentes, ver los planteles, identificarse con los problemas como aquel del corto circuito en una escuela que cercenó la vida a una estudiante.
Entonces, pese a la notable mejoría al magisterio y mantenerse los maestros en calma, de pronto estallan los nuevos reclamos con tan poco tiempo transcurrido desde su notable mejoría salarial de meses pasados. Es como si fuera una trama contra las actuales autoridades para opacar la forma tan dinámica y proactiva con que han emprendido desde agosto pasado un cambio de orientación de lo que era un ministerio amañado con sus vicios y triquiñuelas con los sindicatos, para asustar la cúpula superior de los gobiernos.
Ha habido un derroche de dinero con el 4% a Educación. Y ahora, cuando se quieren enmendar las desviaciones con el uso del dinero, brota el anarquismo típico de la ADP y cónsono con su trayectoria histórica pese a que son parte del partido gobernante que lo tiene todo. Es que la ADP y sus dirigentes son incorregibles. Se parece al cuento del alacrán y el sapo a orillas de un río. El alacrán le pidió al sapo que lo cruzara, pero este se negó alegando que lo picaría y morirían en ese intento. El alacrán convenció al sapo para que lo llevara en su lomo. Y en medio del cauce sucedió lo que anticipaban el sapo. El sapo le reclamó esa acción al alacrán y éste le dijo que lo sentía pero que lo llevaba en naturaleza y no podía evadirla. Y la naturaleza de la ADP es incordiar permanentemente.

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