La población dominicana posee en su ADN un 39% de ancestros europeos, un 49% africano y un 4% precolombino o taíno, lo que confirma la complicada ascendencia genética del dominicano y que el mulato predomina entre ellos.
Así lo reveló ayer, en base a una muestra de 1,000 pruebas de ADN, un estudio realizado por la Academia Dominicana de la Historia, el National Geographic Society y la Universidad de Pennsylvania, con la colaboración de la Universidad Iberoamericana (Unibe).
Según el estudio, los puntos muestrales con mayor proporción de ADN de origen precolombino fueron Jánico, San Francisco de Macorís y El Rubio; los de más alta concentración de origen africano son La Caleta, Villa Mella y La Romana. Mientras que Jánico y Los Frailes figuran entre los de mayor proporción de origen europeo.
Bernardo Vega, coordinador del proyecto y quien además es presidente de la Academia Dominicana de la Historia, dijo que el trabajo forma parte del Proyecto Genographic que se está realizando en 140 países del mundo y que tiene como finalidad medir las influencias de las diferentes composiciones raciales de cada país en su historia.
Indicó que el estudio ayudará a determinar los lugares de origen de los grupos precolombinos que llegaron a la isla La Española
Para este proyecto, manifestó, fueron tomadas muestras de saliva de la mucosa oral de 1,000 dominicanos en 25 puntos del país, tanto rurales como urbanos, y en cada uno 40 voluntarios aceptaron les hicieran pruebas de ADN.
Dijo que de los participantes el 65% habita en zonas urbanas y el 35% en rurales y que solo fueron aceptados como voluntarios aquellos que llevaban un mínimo de 10 años viviendo en el lugar de su residencia actual, con padres y abuelos de origen dominicano.
Cada voluntario, expresó, firmó un formulario de consentimiento y también recibió directamente sus resultados individuales. “Entre 1492 y 1530 las taínas tuvieron relaciones con europeos y africanos, y desde entonces tan solo han transcurrido 17 generaciones, lo que explica la presencia de ADN precolombino”, dijo.
Indicó que el único estudio de este tipo realizado en el país fue de José de Jesús Álvarez Perelló, tomando muestras de sangre a 520 militares en el año 1950.