El ángel de la destrucción

El ángel de la destrucción

Siempre es más fácil destruir que construir, chismear que respetar, desordenar que ordenar. Siempre es más fácil dejar hacer que hacer.
Apropósito del “parquicidio” iniciado por el gobierno con el pulmón de la zona oriental, donde están las principales instalaciones de los Juegos Deportivos Panamericanos del 2003, recuerdo cómo fue posible preservar el espacio físico donde está construido el parque olímpico Wiche García Saleta, en el centro de Santo Domingo.
Nadie se ha ocupado de computar las veces que fue detenido un grupo de valientes encabezados por Juan Ulises (Wiche) García Saleta, Eligio Blanco Peña (Pai) y secundado por Leonardo de Jesús Heredia (Leo Corporán) quienes aparentaban actuar como ocupantes ilegales de terrenos, e impedían, a costa de su propia libertad que se dispusiera del cuadrante donde está construido el Centro Olímpico, espacio reclamado por una familia que alegaba haber sido despojada de los terrenos por el tirano Trujillo.
Después de años de lucha, de tira y afloja, de detenciones y liberaciones, el gobierno declaró de utilidad pública los terrenos y se dio paso a la construcción de las instalaciones deportivas donde se celebraron los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
La decisión fue fruto de la acción de Joaquín Balaguer, quien tuvo la visión, y ejecutó un plan de preservación patrimonial de Santo Domingo y construyó varios pulmones distribuidos en distintos puntos de Santo Domingo: parque Mirador del Sur, parque Zoológico, parque Botánico, parque Mirador del Norte.
La geofagia y estrechez de miras ha provocado la permanente mutilación de esos espacios destinados al esparcimiento, al uso humano con fines de disfrute de la naturaleza.
Esa falta de visión ha provocado la mutilación del Centro Olímpico, con la construcción de edificios y oficinas, en desmedro de la hermosa arborización de que estaba dotado. También vendieron un pedazo del parque Mirador del Norte para la construcción de un cementerio de lujo.
En la administración del presidente Hipólito Mejía se construyeron las instalaciones del centro deportivo de Santo Domingo Oriental, las cuales fueron inauguradas para los Juegos Deportivos Panamericanos del 2003.
Como desde el gobierno siempre hay gente dispuesta a jugar el papel del elefante en la estrecha vidriera, se comenzó a mutilar esas instalaciones para ubicar una terminal de autobuses, ¿habrase visto tal desatino?
Siempre resulta más fácil destruir que construir. Siempre resulta más fácil hacer lo indebido, frente a la obligación permanente de actuar correctamente.
Felizmente, ciudadanos amantes de su país decidieron enfrentar a los constructores que aspiran a destruir el Parque del Este.
Ante tal actitud y acción, me inclino reverente, cada vez que el pueblo actúe en su propio beneficio, como es el caso.
La unión hace la fuerza.