El arte de emplatar

El arte de emplatar

El emplatado es un arte. Presentar la comida en una fuente o en un plato requiere no sólo de sentido estético, sino de un conocimiento profundo de los sabores, de sus combinaciones, de las texturas, los aromas y los colores de los alimentos a servir.
Todo juega un papel esencial a la hora de componer un plato. Existen algunas reglas de oro del emplatado, como son:

1. Conjugar diversas texturas en el plato: crujientes, suaves, espumosas…
2. No repetir ingredientes o métodos de cocción que compitan o se anulen entre sí.
3. Buscar una armonía de colores. Considerar también los brillos u opacidades.
4. Respetar el balance nutricional incluyendo proteínas y vegetales, hortalizas y frutas. Es importante no olvidar que la armonía también radica en ofrecer platos saludables.
5. Servir porciones razonables: ni mucho, ni demasiado poco. Mejor es siempre repetir o pedir algún otro platillo.
6. Se debe tener en cuenta el ángulo de visión del comensal. Éste siempre tendrá unos 50 grados desde su asiento, por lo que los alimentos más altos deben estar más alejados (parte posterior), para evitar que tapen al resto (parte delantera).
7. Todo en el plato debe poder comerse. Los adornos superfluos sobran y más si no son comestibles.

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