El BCE debería abstenerse de anunciar nuevas medidas, pese a baja inflación

El BCE debería abstenerse de anunciar nuevas medidas, pese a baja inflación

FRANCFORT. El BCE debería abstenerse de anunciar nuevas medidas de reactivación tras su reunión mensual de este jueves, pese a la amenaza de deflación, a la recaída de Italia en recesión y a las tensiones geopolíticas, estiman analistas.

Según los expertos, el Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort, considera que aún no ha habido tiempo de evaluar el alcance de las medidas de estímulo anunciadas en junio, entre ellas la de llevar a terreno negativo una de sus tasas de referencia.

La zona euro salió el año pasado de la recesión y el desempleo disminuye lentamente, pero la inflación de julio cayó a su nivel más bajo desde 2009 (0,4%), alimentando los temores de deflación, un fenómeno nocivo dado que retrasa las compras y desalienta las inversiones.

Los atisbos de optimismo se vieron además ensombrecidos el miércoles, con la noticia de que Italia, tercera economía de la Eurozona, había vuelto a caer en recesión con una contracción de 0,2% de su PIB en el segundo trimestre, después de haber caído 0,1% en el primero.

El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó la semana pasada que «las políticas económicas de la zona euro no son eficaces» y advirtió del riesgo «real» de deflación. Las tensiones entre los países occidentales y Rusia, con sanciones económicas anunciadas por ambos lados, a causa del conflicto en Ucrania, incrementan los factores de incertidumbre.

Pero nada de ello debería convencer al presidente del BCE, Mario Draghi, de la necesidad de nuevas medidas. «El BCE querrá sin duda mostrarle a los mercados que tiene cartas disponibles» en caso de emergencia, dijo el economista jefe de IHS para Europa, Howard Archer.

Además, las medidas anunciadas en junio «necesitan tiempo para tener efecto en la economía real» y «el BCE querrá esperar hasta diciembre para decidir si hacen falta otras», opinó Christian Schulz, del Berenberg Bank. En su reunión de junio, el BCE recortó de 0,25% a 0,15% su tasa directriz.

Y llevó a terreno negativo la tasa de depósitos (-0,1%), aplicada a la liquidez que los bancos dejan por 24 horas en las arcas del instituto emisor de la Eurozona. Las principales bolsas europeas operaban el jueves con bajas moderadas en espera del comunicado del BCE, que se emitirá las 11H45 GMT, y de la posterior rueda de prensa de Draghi.

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