Es de justos reconocer que el coco “vive” en la actualidad su mayor “boom”. No hay nada de este preciado fruto tropical que se desperdicie y, en esto, el mercado europeo y el estadounidense han tenido gran incidencia.

El agua, la leche, el azúcar, la harina, el aceite y, hasta su jícara, suman cada día más adeptos.

Celebridades del mundo del espectáculo han experimentado los beneficios de su aceite y cremas, hasta el punto de confesar públicamente su uso como secreto de belleza.

Firmas comestibles como la multinacional Goya, lanzó al mercado su línea de agua de coco, lo que hasta el momento ha sido todo un éxito.

Empuje. El auge del agua de coco, que en Estados Unidos han puesto de moda como bebida isotónica artistas como Madonna y Rihanna, es el mejor ejemplo. En apenas dos años, Goya ha triplicado las ventas de esta bebida en España. Y en 2016 planea llegar a las 800,000 unidades.

Es importante destacar que es un fruto comestible que se obtiene del cocotero, la palmera más cultivada a nivel mundial.

Tiene una cáscara dura y áspera que recubre una pulpa blanca llena de fibra y elementos nutritivos. Dentro del coco, podemos encontrar un líquido refrescante y de sabor agradable que se conoce como agua de coco, el cual contiene gran cantidad de sales minerales.

Y es que el coco es fuente de bebida y comida, porque de él se pueden obtener diversidad de productos. Y, debido a su contenido de electrolitos, ayuda en la reposición de los minerales que se pierden cuando se realiza actividad física o un desgaste mayor de energía, ya que al tomarlo se promueve un balance en los niveles de estos nutrientes en la sangre.

Otra bebida que se adquiere de la pulpa picada del coco es la leche de coco, que contiene calcio, grasas del tipo omega 3, fibras y proteínas. Es dulce, ideal para preparar bebidas, batidos, salsas o usar en la gastronomía tanto dulce como salada.