El “borronismo”: cáncer institucional

El “borronismo”: cáncer institucional

El día 20 de agosto en curso, don Bonaparte Gautreaux Piñeyro escribió para HOY un artículo titulado “¿Y usted?” donde reflexiona sobre la costumbre de muchos funcionarios dominicanos de apropiarse de recursos del erario bajo el argumento comúnmente difundido de que “robes o no robes van a decir que robaste, así que roba, porque comoquiera dicen de uno”. Señala el señor Gautreaux que “dentro de los funcionarios públicos hay gente que actúa correctamente, que respeta como ajenos que son los fondos del erario…” pero, yo agregaría, lamentablemente, son la excepción y no la regla.
La sustracción de recursos públicos tiene gradaciones, aunque, desgraciadamente, la legislación establece penas similares. No es lo mismo sobrevaluar obras de infraestructura pública que agenciarse tajadas del presupuesto de educación haciendo fraudes con terrenos para construir escuelas o con los alimentos para los estudiantes; pero donde la ambición rompe el saco es en los servicios de salud: ¿Cómo pueden salir “fresquecitos” a otras posiciones, secretarios de Estado, directores y administradores de hospitales que usaron en su provecho dinero del erario asignado a la compra de equipos, materiales y medicamentos para los hospitales, dejándolos en condiciones tan deplorables que obligan a los pacientes a comprar hasta jeringuillas? Usted, que tiene seguro médico y puede escoger una clínica privada, anímese y haga un pequeño recorrido de “turismo interno” por varios hospitales públicos para que vea la realidad y comprenda por qué lo verdaderamente fatal del borrón y cuenta nueva es la falta de sanciones y consecuencias para los maleantes investidos como funcionarios y en el caso de salud pública por qué la impunidad es algo tan terrible como el cáncer.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas