El cadáver de 2.5 millones

El cadáver de 2.5 millones

Ocasionalmente uso el término “híbrido” describiendo nuestro sistema de salud, pero, a veces me siento inclinado a definirlo como un verdadero “tollo” en lenguaje folklórico dominicano.

La mezcla de medicina pública con la privada, la supuesta seguridad social y las aseguradoras, no es digerible ni con salsa ni con merengue, ya que nuestros hospitales usan una diabólica “cuota de recuperación” para encubrir cobros al estilo clínicas privadas, los patronatos reciben grandes subvenciones del gobierno y, como empresas,  explotan a indigentes, obligándoles  frecuentemente a vender humildes pertenencias para cubrir groseras facturaciones, las aseguradoras siempre cubren un porcentaje del costo de internamientos teniendo el paciente que buscar lo faltante y, por último, el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) histórico refugio de obreros y empleados, ahora trata de competir con el sector privado dentro del régimen contributivo, usando un subsidio gubernamental de unos 100 millones de pesos mensuales, que le resulta imprescindible.

Freddy Mateo Lebrón falleció hace algunos días en la Plaza de la Salud, regida por un patronato que recibe importante subvención del gobierno; no fue entregado a sus familiares porque no reconocían una deuda de 3.5 millones de pesos de la cual la compañía aseguradora sólo cubriría un millón; no tenía derecho a gastar más de eso y  probablemente murió sin saberlo; su opción era ir a un hospital público o del IDSS pero, o no tienen Unidades de Cuidado Intensivo o están destartaladas y, si no hubiese sido por la ayuda de la prensa, el cadáver estaría todavía en La Plaza como garantía de 2.5 millones que jamás podrían pagar. 

Es el cuadro perfecto del aberrante sistema de salud que tenemos.

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