¡El caos sensible y esplendoroso de Limber Vilorio!

¡El caos sensible y esplendoroso de Limber Vilorio!

Al filo de la ternura y la obsesión, la crónica bisoña apura su “cáliz analítico” de las cifras y los signos del arte de nuestro tiempo, sin sospechar siquiera el inminente descarrío misional, advirtiendo sobre la ausencia de la “sustancia del contenido conceptual” en una buena parte de la producción artística dominicana de la actualidad. La “postalita” que se repite en esta descocada performance es la misma de la crisis de honestidad. La de una ética indigente. La del frívolo y tristísimo juego del despiste que sigue disparatando la real situación de la crítica de arte en Santo Domingo.
La objetividad absoluta en la doxa y en la práctica críticas no existe. Sin embargo, la sensatez y la honestidad son posibles y necesarias. Y esto significa que la diversidad de puntos de vista no tiene que equivaler a la manipulación del enfoque. La falta de unanimidad en las miradas críticas de las cifras y realidades estéticas contemporáneas no justifica la opción de engatusar o confundir a los lectores y espectadores. Desde luego, estoy claro en que el problema no radica en la existencia de la crítica despistada, sino en que se piense y se acepte que tal ejercicio forma parte del verdadero espíritu de la crítica de arte.
Mientras tanto, resulta que hay pruebas suficientes para indicar que los criterios de la crítica despistada jamás llegarán a cuadrar ni concordar con la realidad artística dominicana contemporánea. Así que se puede afirmar sin la menor duda que en lo referente a los aspectos de la conceptualización y la creatividad, el arte dominicano contemporáneo transita hoy día por un momento definitivamente esplendoroso.
En esta ocasión, se impone registrar un caso paradigmático. Se trata de Limber Vilorio Villanueva (1972), quien en su impactante y excelente muestra individual titulada “Caos sensible”, presentada recientemente por la galería ASR Contemporáneo (Arte San Ramón), accede a unos niveles extraordinarios de libertad expresiva al mismo tiempo que nos permite confrontar el alto grado de especialización formal y metafórica con que llega a materializar sus búsquedas, reflexiones y experiencias estéticas.
En “Caos Sensible”, compuesta por más de 30 obras en diferentes formatos y técnicas, Limber Vilorio ha presentado pinturas, dibujos, esculturas e instalaciones que resultan auténticos hallazgos estético-conceptuales en los que se vale de una asombrosa diversidad de materiales y soportes como la tela, el papel, los pigmentos, el plexiglass, la resina de poliéster, casquillos de bala, cristal y hierro galvanizado, para situar el arte dominicano contemporáneo hacia uno de sus máximos instantes de acierto creativo, riqueza simbólica y resistencia crítica.
Tal como nos advierte la historiadora del arte y curadora de la muestra Paula Gómez Jorge: “Limber Vilorio es de nuestros artistas locales que buscan diferentes formas de generar conocimiento y significados a través de las prácticas artísticas…La intención de Vilorio es sensibilizarnos con la problemática del déficit del agua en el planeta y lo hace en unos términos amplios y contundentes: el agua como elemento sensible conectado con todo lo existente”…
En esta polivalente y majestuosa propuesta expositiva, Limber Vilorio recupera la definición del agua propuesta por el poeta y filósofo romántico alemán Novalis (Friedrich von Hardenberg): “Caos sensible”, suscitando un remolino de imágenes, alusiones, reflexiones, sentimientos, matices y sensaciones que se materializan y fluyen esplendorosamente entre abstracción y figuración, dos estilos que en esta magistral y elegante exposición se unen al ritmo de las corrientes, transmitiéndonos con fidelidad la intensidad de las vivencias del propio artista cerca del agua.
En la poética de Limber Vilorio, el lenguaje de las aguas adopta líneas, formas, signos circulares, ondulaciones y espirales que estallan en variaciones visuales infinitas e imprevisibles. Mediante este repertorio sígnico, además de su transparencia y azules tonalidades, el talentoso artista dominicano representa el agua como un elemento extraordinariamente maleable que se adapta a cualquier forma que la contenga. Asimismo, Limber Vilorio profundiza un diálogo con pensadores, artistas e investigadores como Tales de Mileto, Leonardo da Vinci, Novalis, Rudolf Steiner, Theodor Schwenk, Albert Einstein y Jacques Cousteau, quienes se aproximaron al maravilloso y enigmático “cristal líquido” como primera y última clave de la vida y al mismo tiempo como espejo de lo visible y lo invisible
Es imposible no hacer este tipo de reflexiones al observar las superficies e imágenes movedizas que juegan y florecen plásticamente con las mismas tonalidades y las transparencias que reflejan. En estas “acuáticas” reacciones simbólicas, la luz se distorsiona, los colores cambian sus matices, las formas y los objetos flotan en armonía. Entonces, el agua es el milagro cotidiano de la vida que en esta ocasión permite a Limber Vilorio materializar con gracia inevitable sus más íntimos puntos de vista sobre la relación espacio urbano y naturaleza y sobre sus propias búsquedas estéticas y existenciales.

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