El cluster de mango: una experiencia a imitar

El cluster de mango: una experiencia a imitar

QUILVIO CABRERA
Durante décadas, la opinión pública dominicana ha sido testigo del clamor de los sectores productivos acerca de la necesidad de aumentar la oferta exportable del país. En ese sentido, el sector agropecuario ha estado compelido a la búsqueda de nuevos renglones que puedan sustituir  o complementar  a aquellos que por años constituyeron la casi totalidad de las exportaciones dominicanas, a saber, azúcar, café, tabaco y cacao. La firma del TLC ha reafirmado la necesidad de cambios en nuestra estructura productiva, razonamiento que esta vez se cimenta en la capacidad competitiva que se necesita para que dicho tratado resulte beneficioso al interés nacional, y ante el cual la agropecuaria tiene sus mayores retos.

Como respuesta al desafío que esa competitividad nos plantea, se ha identificado la producción de frutas tropicales como un renglón con amplias posibilidades, debido a la demanda creciente de los mercados internacionales y de la exclusividad climática que estas especies requieren.

En una demostración de comprensión de la realidad y de su firme vocación para enfrentarla, los productores de mango del país decidieron agruparse en un Cluster, el cual, a la luz de los resultados que ya exhibe, deberá servir de modelo para otros productores de otros renglones.

De acuerdo a datos documentados por Laurence Mathieu Colas, hasta el año 2002, la mayor producción de mango en el país provenía de plantaciones silvestres. La producción total se estimó en unas 51,075 toneladas métricas, de las cuales 10,215 toneladas se originaron en plantaciones organizadas. Los productores involucrados en la producción en forma organizada sumaban en el 2003 unos 1,050 y la superficie de estas plantaciones alcanzaba las 40,340 tareas.

Geográficamente la producción está distribuida principalmente en la región central (Peravia, San Cristóbal) con un 47%; región noroeste (Dajabón, Santiago Rodríguez y Valverde) 21% y la región suroeste (Azua, San Juan) con 19%.

En cuanto respecta a la comercialización, el mercado local sigue siendo el destino del mayor porcentaje de la producción. Sin embargo, las exportaciones han ido en aumento, principalmente de la que procede de las plantaciones organizadas. Según los datos del CEI-RD, durante los años 2005 y 2006 el país exportó más de 2,000 toneladas métricas en cada año, siendo Europa el principal mercado (Holanda, Inglaterra, Bélgica y Alemania), aunque a Estados Unidos se exportan unas 274 toneladas métricas, mercado último cuya apertura se ha logrado luego de la instalación en Moca de una planta térmica que permite el control de la Ceratitis pitata.

Como puede desprenderse de los datos antes citados, el cultivo del mango adquiere cada vez mayor importancia para varias regiones del país, razón que valida la organización de los productores en un cluster, el cual aunque todavía joven, ha estado dando muestras de que sus integrantes han asumido ese esfuerzo con gran determinación.

Con la asesoría técnica del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF) del Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CONIAF) y de otras instituciones, el Cluster definió y ha estado aplicando una agenda de trabajo que comprende cuatro puntos básicos: estudio de mercado, plan estratégico de comercialización, desarrollo de un código de calidad y clasificación y paquetes tecnológicos adecuados.

La celebración durante estos días de la Feria del Mango se inscribe en el propósito del Cluster de estimular a los productores, de crear y ampliar el mercado del mango, tanto a nivel interno como externo, y de conectar a la población con sus actividades a fin de visibilizarla y valorizarla.

Desde nuestra posición al frente del IAD valoramos todo este esfuerzo de los productores de mango, pues la misma se inscribe dentro de lo que han sido nuestros planteamientos y los del actual gobierno dominicano, en lo que respecta a la competitividad. En ese sentido, quisiéramos resaltar la próxima entrada en producción de la siembra de mangos en el asentamiento de Villa Fundación, el cual es un ejemplo de la diversificación posible dentro de la Reforma Agraria.

El autor es Director del IAD.

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