El Código de Trabajo constituye una de las grandes trabas para el desarrollo de las microempresas en el país, afirmó la Asociación Dominicana de Mujeres Empresarias (ADME).
Consideró que hay que pensar dos veces contratar a un empleado, por el alto pasivo laboral que se asume, el cual aumenta cada año.
“A partir de que se hace ese acuerdo, tú tienes un pasivo laboral que va día por día creciendo, lo que se convierte en una carga económica”, sostuvo la presidenta del gremio empresarial, Belkis Cocco.
En Estados Unidos, dijo, existe la seguridad social, pero si el empleado pierde el trabajo debe de compensarse. Señaló que en el país se paga doble cotización.
Al participar en el Encuentro Económico de HOY, Cocco estimó que el país cuenta con un sistema de compensación laboral un poco oneroso.
Estuvo acompañada de Evelyn Rojas, primera vicepresidenta; Jacqueline Zorrilla, encargada de Relaciones Comerciales; Bethania Victoria, tesorera; Sonia Tejada, encargada de Relaciones Públicas, y Ana Angélica Moreno, encargada de Agroindustria.
Cocco manifestó que países más avanzados que la República Dominicana no tienen una carga laboral tan pesada como la que existe en el país.
A su juicio, el pago de unas prestaciones de muchos años puede llevar a una pequeña empresa a la ruina.
Planteó que una demanda laboral también puede afectar la existencia de una pequeña empresa.
Recordaron que la Ley 87-01 de Seguridad Social establecía que al año de su aplicación debía ejecutarse el seguro de desempleo para reemplazar el pago de las prestaciones laborales, pero en el país no han podido ponerse de acuerdo el Gobierno y el sector empleador para su implementación.
La presidenta de la entidad dijo que la competencia no solo es local, sino internacional y uno de los retos es lograr que las socias se den cuenta de esa situación.
Resaltó que existe la oportunidad de acceder a otros mercados globales, lo que se dificulta por el pago de la tarifa eléctrica y un pesado régimen laboral.
Señalaron que este año a algunos sectores les ha ido bien, pero para el servicio ha sido muy difícil, lo que ha impulsado la creatividad de las mujeres empresarias.
El caos en el tránsito de la ciudad, afirmaron, afecta las operaciones de los negocios, lo que dificulta la llegada de clientes a sus empresas y esperan que la creación del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) ayude a corregir esa situación.
En cuanto a los impuestos, dijeron que las mujeres empresarias están bajo las mismas condiciones que las empresas grandes.
Recordaron que mayoría de las socias de ADME son pequeñas o microempresas, pero compiten con empresas grandes.
Plantearon que los impuestos deben pagarse de acuerdo con el tamaño de las empresas y, sobre todo, se debe simplificar el proceso.
Expresaron que desde el momento en que una empresa se formaliza se debe buscar un contador bueno, debido a la complejidad en el pago de los impuestos.
Informaron que solicitaron una reunión con el director de Impuestos Internos, Magín Díaz, para presentarle una propuesta, pero todavía no ha dado respuesta.
Una pequeña empresa, explicaron, no tiene un flujo de caja igual que una grande y a veces las pequeñas tienen que pagar unos Itbis que no han cobrado, lo que produce una disminución en su flujo de caja.
Consideraron que la carga tributaria desincentiva la formalización de las microempresas en el país.
Señalaron que el día 2 hay que pagar la Tesorería de la Seguridad Social, el 5 el anticipo, el 10 otro impuesto y el 15 a los empleados.
Bethania Victoria, tesorera del gremio, dijo que las trabas que impone la Dirección General de Aduanas (DGA) para importar mercancías desalientan a cualquiera.
Expresó que las trabas consisten en que en un mes piden documentos nuevos, a pesar que la empresa tiene 22 años trayendo las mismas mercancías. Eso ocurre en determinados meses, señaló.
Consideró que en Aduanas debe ser más estables con las reglas.