El colesterol

El colesterol

Jimmy Barranco Ventura

P: Llevo una dieta para bajar el colesterol (muchas frutas, vegetales, carnes magras, lácteos descremados, aceite de oliva o de canola, barras de proteínas con fibras, avena, cereales). Tengo 5 evacuaciones diarias. El coprológico y los cultivos de heces son negativos. Me siento muy débil. ¿Qué debo hacer?

R: La elevación del colesterol en sangre o hipercolesterolemia (valores superiores a 200 mg/dL), la obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitus, sedentarismo, alcohol, tabaco y estrés, son factores controlables que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Los pacientes con hipercolesterolemia deben ser estudiados cuidadosamente para determinar sus causas (y tratarlas), tales como: diabetes, hipotiroidismo, enfermedades renales (síndrome nefrótico o insuficiencia renal), enfermedades del hígado o de la vesícula, síndrome de Cushing, alcohol, medicamentos (diuréticos, fenobarbital, fenitoína, carbamazepina) y dietas ricas en grasas saturadas. Esto significa que no basta con limitarse a tratar la hipercolesterolemia usando estatinas (medicamentos que bloquean su síntesis); y con recomendar una dieta saludable, como la que usted lleva actualmente: baja en colesterol y grasas saturadas, incluyendo pescados azules, lácteos descremados, aceite de oliva y canola; aguacate y nueces; mucha fibra (frutas, vegetales, granos integrales); y actividad física. Las fibras dietéticas aumentan el volumen de las heces y los movimientos intestinales, arrastrando consigo colesterol, sales biliares, grasas alimentarias, agua y electrolitos. Además, son fermentadas por las bacterias que habitan normalmente en el colon, produciendo gases (flatulencia), cólicos, y ciertos ácidos, que junto a las grasas no absorbidas provocan diarrea.

Recomendaciones:

1- Aumentar ingestión de líquidos: agua de coco, sales de rehidratación oral, caldos.

2- Reducir consumo de frutas y vegetales (5 porciones diarias) e incluir alimentos ricos en potasio: guineo maduro, melón, kiwi, naranja, aguacate, tomate, espinacas, etc.

3- Aumentar gradualmente el consumo de alimentos ricos en fibras, distribuyéndolos en las diferentes comidas.

4- Dejar las leguminosas (habichuelas, lentejas, guandules) en remojo desde la noche anterior, cocinarlas a fuego lento y cambiar el agua cuando comienza a hervir.

5- Visitar su médico para evaluación cuidadosa.

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