GOLETA, California, EE.UU. Las imágenes de playas con pegajosas manchas negras y las historias del hedor a combustible que sale de un oleoducto costero roto no deberían traducirse en cancelaciones para la gran mayoría de los turistas que están planeando pasar sus vacaciones al borde del océano en California. Quienes tuviesen planes inmediatos para en dos populares playas de propiedad estatal — Refugio y El Capitán — tienen que rehacerlos.
Estos enclaves del condado de Santa Bárbara estarán cerrados el fin de semana del Día de la Memoria mientras operarios proceden a su limpieza.
Sin embargo, son solo una pequeña parte de las playas del condado, un tramo virgen con aguas normalmente cristalinas al que sus impulsores apodan la “Riviera de Estados Unidos”.El derrame de la tubería, que se rompió vertiendo su contenido al océano el martes, alcanza ahora un tramo de unos 14 kilómetros (unas 9 millas) en el océano, pero se está diluyendo a medida que avanza y todavía sigue a más de 24 kms (15 millas) de Santa Bárbara.