Hace un par de semanas el tema del nivel salarial se puso en la picota a partir de un estudio publicado por el Banco Central en el cual se afirmaba en RD éste es muy bajo en el sector formal. A partir de esto, y en el contexto de un marcado interés del sector empresarial por modificar el Código Laboral se ripostó que este no es bajo, incluyendo sus argumentos los cálculos de la seguridad social y la cesantía, como parte del costo laboral.

Así, Ligia Bonetti dijo que “el salario del sector formal es más alto que el sector informal”. A partir de esta afirmación, tanto en los medios tradicionales de comunicación como en las redes sociales, el debate tomó tintes casi surrealistas. Los argumentos a ratos se hicieron personales y carentes de rigor, poco faltó para que la llevaran al cadalso o a la guillotina.

Es obvio que si el trabajador pudiera fijar su salario, este sería mayor que la canasta básica. En cambio, si se permitiera al patrono fijar el nivel salarial, en su afán de maximización, es probable que fijaría el nivel de salario por debajo del nivel de subsistencia necesario.

El propio Banco Central llamó a los empresarios a mejorar o revisar la metodología utilizada y reiteró que los bajos salarios eran la explicación de por qué alguna gente decidía “voluntariamente” dedicarse a las actividades informales. La pregunta: ¿por qué es tan generalizada la aceptación de las actividades informales? es relevante y, en mi opinión, no fue del todo respondida en los argumentos de las partes enfrentadas.

Creo que la primera conclusión a partir del debate es la evidencia de lo huérfano que estamos en el conocimiento de problemas económicos. Universidades, empresarios y autoridades solemos recurrir a informes que validen las posiciones pre-existentes antes que a diagnosticar nuestra realidad. Así, los asalariados querían demostrar lo poco que ganamos y los empresarios, al amparo de la ley, lo bien que estamos.

Es importante dejar en claro algunos aspectos. El salario real ha caído en RD, y si bien eso no es responsabilidad de ningún empleador en particular, es importante hacer conciencia que no hay una correspondencia con los niveles de crecimiento en los últimos 50 años. La existencia de derechos laborales como los existentes son una barrera a la creación de empleo. El sector informal no es un tanto un hecho voluntario, especialmente en los menores ingresos, como una estrategia de supervivencia. No existe un mercado laboral eficiente y en esa materia nos limitamos a discutir lo que ya sabemos: que los empleados quieren ganar más y los empresarios quieren pagar menos.

Además de profundizar en estudios diagnósticos del mercado laboral quizá podríamos responder si sabemos en cuanto el trabajador se está beneficiando efectivamente de la seguridad social ¿El costo que significa para el empleador la seguridad social es percibido como ingreso por el empleado? Quizá en profundizar este derecho podemos encontrar un punto de avenencia.