Washington. El descenso de la población de abejas amenaza las cosechas de EE.UU., donde el 39 % de los campos de cultivo que precisan de estos insectos corren el riesgo de no ser polinizados este año, según un informe publicado hoy por la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences».
De los campos de cultivo dependientes de la polinización, el 39 % “sufrirá los desajustes entre el incremento de la demanda de polinización y la caída en el número de abejas salvajes”, señala el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Vermont.
Las abejas salvajes, según el informe, “están desapareciendo en varios condados que incluyen las principales tierras de cultivo del país” en la bahía central de California- en la región llamada “el cinturón del maíz”, en el medio oeste de EE.UU., y en el valle del río Misisipi.
El descenso de abejas salvajes fue del 23 % en el período comprendido entre 2008 y 2013, y aunque existen granjas de abejas criadas para polinizar, estas no satisfacen la demanda. En el corto plazo, los agricultores verán incrementados los costes de producción y, en el medio-largo plazo, “se puede desestabilizar la producción agrícola de EE.UU.”, advierte el informe, que incluye mapas sobre las zonas afectadas.
“Este es el primer retrato espacial del estado de los polinizadores y de su impacto en EE.UU.”, explicó Insu Koh, líder del equipo investigador en la Universidad de Vermont. El mapa identifica los puntos de conflicto, repartidos en 139 condados de todo Estados Unidos, y dedicados especialmente a cultivos de almendra, arándanos, manzanas y también calabazas.
Con esta información, “las agencias gubernamentales y las organizaciones privadas pueden centrar sus esfuerzos” y apoyar “una agricultura más sostenible y paisajes naturales”, defendió Rufus Isaacs, coautor del estudio desde la Universidad estatal de Michigan y líder del proyecto integral de la polinización de cultivos del departamento de agricultura de EE.UU. Una de las principales causas de la desaparición de las abejas salvajes es precisamente el aumento de campos de cultivo, que supone la destrucción del hábitat natural de las abejas.
“Los resultados refuerzan las recientes evidencias de que el aumento de la demanda de maíz para la producción de biocombustible ha intensificado la amenaza al hábitat natural de las regiones de cultivo de maíz”, señala el estudio.