El diagnóstico de Alzheimer

El diagnóstico de Alzheimer

José Silié Ruiz
En un reciente mitin internacional, hicimos una revisión sobre el tema de la enfermedad de Alzheimer. En la oportunidad se cuestionó si en verdad la descripción que hizo Lois Alzheimer con exactitud se corresponde a lo que hoy reconocemos como la forma más común de demencia. En ese tenor, reunidos en Miami hace unas semanas, participamos en un panel de expertos con algunas de las autoridades mundiales sobre el tema, y al regreso fuimos invitados a dictar una conferencia sobre las demencias por la directiva del Club Naco, donde “conversamos” sobre estas modernidades.

Sabemos que el diagnóstico de Alzheimer es muy difícil en sus inicios y que la confirmación absoluta sólo se hace con la autopsia; por ello son tan numerosas las vías en procura de ayudar a su diagnóstico, tales como en forma de pruebas de gabinete, estudio del líquido cefalorraquídeo, el uso de los estudios radiológicos, en fin que por ser una enfermedad que cada vez aumenta el número de los que la padecen, son ingentes los esfuerzos de los neuro-cientistas para optimizar su diagnóstico y manejo, así por igual para encontrar la cura de tan doloroso y expandido padecer.

La forma más moderna y segura de su diagnóstico en la actualidad fue reportada este mes en el último número de la revista más prestigiosa de la especialidad neurológica, “Brain”, publicación de la Universidad de Oxford (Brain, 2008, 131, 665 680). En la oportunidad un estudio que abarcó Francia, Italia, Estados Unidos e Inglaterra. El equipo liderado por el profesor del Instituto de Neurología Británico, el Dr. Richard Frackowiak, nos correspondió trabajar con él en el Instituto en su época de Regitrar. A nuestra llegada a Londres, él dirigía las investigaciones para desarrollar el PET scan, hoy es uno de los elementos de diagnóstico común en los centros de excelencia e investigación neurológica.

La nueva técnica radiológica permite un diagnóstico rápido y seguro, empleando la Resonancia Magnética Nuclear (RMN) y un agente químico, el Dubbed Pittsburgh Compound B, o PIB, que ha resultado ser un marcador con gran seguridad en detectar las “placas amiloides” en los cerebros de los pacientes que padecen Alzheimer, que se caracterizan, porque aparecen unos paquetes celulares como “mercohas”, que son el resultado de una alteración protéica en las neuronas, las llamadas proteínas beta amiloideas, que son las causantes de la mayoría de los síntomas en la temida enfermedad.

Este estudio nos recordó nuestros años en el Instituto inglés de neurología, donde en ese mismo departamento, en los años 80, pero con la Tomografía, en una gran investigación junto a los profesores Du’Boley y Clifford Rose, valoramos nosotros con planimetría “manual” en esa época pacientes con severos cuadros migrañosos y epilépticos. En la oportunidad concluimos que no se producía atrofia cerebral. Ellos con la modernidad digital usaron “vectores computarizados” y la RMN estructural, con unos resultados muy halagadores. Los vectores de la máquina permitieron separar en más del 96% los pacientes sanos de los pacientes afectados de alzheimer, confirmados luego en un 89% con autopsias. Lo segundo y no menos importante es que permite un diagnóstico diferencial entre las principales y más comunes formas de demencias, pudiendo en cierta medida dar un aproximado del pronóstico de su severidad. Esta sustancia, el PIB, permite saber quién va a padecer Alzheimer, muchos años antes de que la enfermedad presente sus primeros síntomas y así tener la oportunidad de iniciarlo temprano en medicamentos como el Exelón y el Nootropil, para poder minimizar en lo posible los daños que está produciendo en la humanidad. Tenemos aquí la Resonancia, con la esperanza de poder disponer muy pronto del marcador PIB en el país, y disfrutar de sus beneficios.

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