El discurso del Presidente

El discurso del Presidente

El presidente Leonel Fernández, en su discurso al país desde  la reunión conjunta de las cámaras legislativas, con motivo del 167 aniversario de la independencia, defendió con amplitud de detalles las ejecutorias de su administración en diversos aspectos.  Al evaluar la alocución, fue inevitable refrescar en la mente reclamos contenidos en la Carta Pastoral que a propósito de la efemérides emitió recientemente la Conferencia del Episcopado Dominicano.

De nuevo, el punto fuerte de la administración Fernández ha sido la estabilidad de la economía, a pesar de que el modelo seguido para lograrlo ha sido frecuentemente criticado. En este aspecto, el Presidente trajo a colación procedimientos y cifras comparativas, sus efectos en el desempeño y los elogios ganados en organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Quedó nuevamente en el tintero la influencia de  esos logros sobre la calidad de vida de la población.

El mandatario hizo una defensa vehemente de la política educativa de su administración y esgrimió a conveniencia el argumento de que mayor inversión no significa mejor educación. Incluso citó fracasos como los de Francia y Gran Bretaña al aumentar su inversión para educación,  pero sin valorar si ese fracaso obedeció a  la calidad de esa mayor inversión. Su planteamiento respondió claramente a la campaña que exige a su Gobierno la inversión de un 4% del PIB. El juicio del Presidente está totalmente divorciado de lo que cree la mayoría de los dominicanos.

Las políticas anti corrupción volvieron al tapete. El mandatario ha dejado en libertad al Ministerio Público, que aún está atado al Poder Ejecutivo, para actuar en casos de sospecha de falta de decoro en el manejo de recursos públicos. Se conoce el andamiaje jurídico aludido por el jefe del Estado, pero en muchos casos el mismo no ha servido más que para la formalidad.

En materia de seguridad pública anunció innovaciones, entre éstas la consignación del cúmulo de penas para  delitos como el sicariato y el secuestro. Anunció incentivos para los agentes que combaten el narcotráfico, fortalecimiento de la inteligencia y mejor preparación y equipamiento para los miembros de  Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, que contarán además  con nuevas leyes orgánicas.

En resumidas cuentas, el discurso dejó pendientes aquellas demandas sociales de la Pastoral y abrió nuevas expectativas en torno a las determinaciones anunciadas.

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