El docente del siglo XXI debe tener competencia lógica y comunicativa para poder ser efectivo en su enseñanza. Tiene que ser capaz de generar ideas y conocimientos y tener la habilidad de transmitirlos de manera adecuada.

La afirmación la hizo ayer el doctor Adalberto Martínez, viceministro de Educación, al dictar una conferencia sobre los “Retos del Docente del Siglo XXI”.

La conferencia, en la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), forma parte de las actividades que con motivo del Día del Maestro, lleva a cabo esa academia de estudios superiores.

Martínez indicó, además, que el maestro de este siglo debe conocer las distintas etapas de desarrollo de los alumnos con los cuales está trabajando.

“Si el profesor no entiende la evolución de sus estudiantes está destinado al fracaso.

Es necesario saber que cada alumno tiene una etapa en la cual es posible aprender una cosa y otras no”, manifestó.

En ese sentido, señaló, el docente debe analizar al estudiante para saber qué puede funcionar y qué no, en un momento determinado.

Conciencia de su fragilidad. Martínez destacó que para que un maestro sea exitoso en estos tiempos debe estar consciente de su fragilidad, de que no siempre hace todo bien. El profesor, añadió, debe autocriticarse y buscar la opinión de los demás, para ver qué está haciendo bien y qué no.

Sobre el particular, el funcionario señaló que un reto del profesor de este siglo es ver con objetividad qué no le está dando resultado, y cambiarlo.

Perfil del docente de hoy. Según el conferencista Martínez, el educador de esta época debe tener cinco características: primero, tiene que privilegiar la enseñanza colaborativa, “es decir, buscar ayuda de otras personas con más capacidad que nosotros”.

Segundo, procurar el involucramiento total de los estudiantes en el proceso de enseñanza. Dijo debe hacer que el alumno sea artífice, protagonista y partícipe de su propio aprendizaje.

En el siglo XXI, señaló, las cátedras no funcionan. “El profesor que cree que él solo sabe y los demás son ‘tarados’, no tendrá éxito en su enseñanza”.

Tercero, colaboración entre los estudiantes. Dijo que el docente tiene que huirle a la enseñanza individual, ya que cuando promueve el trabajo en equipo los estudiantes pueden beneficiarse de los conocimientos de sus compañeros.

Cuarto, el profesor de este siglo es experto en la variedad de las estrategias que emplea. Expresó que el maestro “metodológicamente rígido”, pudo haber sido bueno en siglos pasados, pero no será efectivo en esta época.

En este tiempo, dijo, es necesario aplicar estrategias diversas y de acuerdo a las necesidades de los sujetos a los cuales imparte sus enseñanzas.

Sobre ese punto, aseguró que debe cambiar de método cuando las circunstancias lo indiquen, ya que no todas las personas responden a las mismas estrategias.

Quinto, evaluación constante. Entiende que la valoración del estudiante debe llevarse en el día a día, no al final; de modo que pueda irse adaptando la enseñanza de acuerdo al rendimiento de cada alumno.

En la actividad educativa participaron las autoridades de la casa de altos estudios, encabezadas por su rector Wilfredo Mañón Rossi, y asistieron más de 100 docentes de esa academia.