El «Echabochismo» como política

El «Echabochismo» como política

Millizen Uribe

Creo que esta es la quinta ocasión que en estos escritos semanales refiero la obra de Guy Debord, «La Sociedad del Espectáculo». Pero, ¿cómo no hacerlo si el show es reivindicado en la sociedad dominicana?
El último acto aconteció este fin de semana con un video donde el señor presidente de la República, Danilo Medina, le reprocha ( en argot popular le «echa un boche») a Olgo Fernández, director del INDRHI, y contratistas de la presa de Monte Grande, porque están retrasados.
El enfado del Presidente es correcto porque esa obra es vital para los sureños y, de hecho, esta no es la primera vez que echa un boche «presidencial» (recordemos la llamada en julio del 2013 al ingeniero contratista José Ernesto Peña, reclamándole la paralización de la construcción del liceo de Arenoso).
En ese momento esa estrategia impactó (se entendió como un estilo de comunicación gubernamental cercano, sencillo, que combinado con la apuesta a lo multimedia es muy positivo y en eso felicito siempre al señor Marchena). Pero, ya estos shows no son «graciosos», máxime si tomamos en cuenta que Medina no habla con la prensa, no se expone a preguntas y su gestión opta por notas de prensa seguras y frías.
Recordemos lo dicho por el reputado consultor en comunicación política, Mario Riorda: Por más creativa que sea la comunicación gubernamental, si no se acompaña de políticas públicas, es vacía.
El presidente Medina ya ha echado muchos boches y saltado demasiados charcos. Ahora, tras cuasi ocho años de gobierno,y la sospecha de intención de una segunda repostulación, la ciudadanía demanda políticas públicas y contundentes.
Y, para darle un carácter científico y más objetivo a este planteamiento, observemos la encuesta Gallup más reciente, que indica insatisfacción entre un 60 y 80% de los ciudadanos con temas como lucha contra delincuencia, creación de empleos, mejoría de salarios y corrupción administrativa.
Se necesita que el Presidente y su equipo suelten cámaras y celular y se concentren en gobernar. Y que lo hagan desde una comunicación horizontal, fluida, demandada en la Era de la Información.
Ahora bien, si el mandatario insiste en ese modelo de comunicación desfasado, entonces que eche boches contra la corrupción, la impunidad, la incapacidad o falta de voluntad política para mejorar la seguridad ciudadana, los salarios, las tasas de mortalidad materna e infantil, los feminicidios…
Que vaya al Congreso, Suprema, Ayuntamientos, y al mismo Palacio Nacional y fustigue una clase política enquistada en el poder, administrando el Presupuesto Nacional, pero incapaz de resolver los males de este pueblo.
¡Total, señor Presidente!, la obra tiene 543 días de retraso, pero el proyecto duartiano de una República Dominicana justa, institucional y digna tiene casi 175 años atrasada y contra eso usted no ha dicho ni pío.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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