El efecto Ciprián

El efecto Ciprián

Quiso dejar una estela de eficiencia profesional, de integridad, cuando se desempeñaba como Juez del Tribunal Superior de Tierras abrumando a sus colegas, al Presidente de Tribunal Superior y de la Suprema Corte de Justicia con sus informes periódicos y minuciosos donde detallaba los resultados de su gestión que culminaban, indefectiblemente, con un mensaje de su Despacho: “Ningún expediente pendiente de fallo; escritorio limpio.” Parecía garantizar su justo ascenso a la Tercera Sala de la Suprema o al novedoso Tribunal Constitucional, como juez experimentado con numerosas libros y escritos sobre dichas materias, pero no.

Demasiado independiente, demasiado atrevido, sacarlo de allí, bajarle los humos para que aprenda a comportarse como la grey, era lo recomendable y oportuno aunque fuese simpatizante del PLD no sea que su ejemplo contagiara, y lo enviaron a la Segunda Sala del Tribunal Superior Contencioso Administrativo, pero no doblegaron su tozudez. Su indomable afán de ser un juez estudioso y justo, independiente y capaz, aliado con la verdad científica y la justicia, y es aquí donde estalla su tormentosa sentencia sobre loma Miranda que estremece los cimientos del poder real, “que todo lo puede hacer, menos sentarse encima de las bayonetas.”

Lo destinan a un oscuro rincón, a limpiar y fregar desperdicios jurídicos, cual Cenicienta. Pero no se doblega. Denuncia y se rebela contra la arbitrariedad y el abuso. Acude a textos legales violados, al derecho que le ampara como juez de carrera y ciudadano de la patria, pero causa efecto en otros jueces que defienden lo suyo y que no quisieran verse, ni por asomo, en la piel de Magistrado Rafael Ciprián. La sentencia que revoca el fallo y deja sin efecto la medida cautelar tomada para evitar mayores daños, la discutida licitación y adjudicación de dos plantas de carbón en Las Salinas, Provincia Peravia, no se hace esperar valiéndose de risibles argumentos, no por torpeza, sino del miedo ancestral; ese gigante que anida en el alma humana y que alguna vez hemos padecido, pero que no debería tener cabida en el alma de un semi -dios togado.

Otra inefable sentencia se encadena como prueba de temor y sumisión. El Juez de los referimientos rechaza la suspensión provisional de un acuerdo ilícito mediante el cual el Ministro de Deportes, sin derecho alguno, usurpando calidades, traspasa y cede al Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste en la persona de su Alcalde, Junior de los Santos, la administración del Multiuso de Los Alcarrizos, construido sin consentimiento en terreno ajeno, propiedad de la familia Rodríguez Schack, ocupado de manera ilegal y abusiva por el Estado Dominicano y gobiernos sucesivos desde 2004 hasta la fecha, en franca violación del legítimo derecho de uso, usufructo y disposición de su propiedad consagrado en la Constitución de la República, ciertamente un pedazo de papel que se invoca y utiliza, a conveniencia y acomodo, en perjuicio de los que no tienen acceso al poder real y efectivo de quienes nos gobiernan y dicen gobernar a nombre y en representación del Pueblo Dominicano.

 

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