El embrujo de una noche en Viena se vivió en el Teatro Nacional de SD

El embrujo de una noche en Viena se vivió en el Teatro Nacional de SD

Evocar a Viena nos lleva inevitablemente a la contemplación de las azules aguas de su Danubio, a introducirnos en sus encantadores bosques y escuchar en eco, las voces de su radiante primavera.
En alas de la música viajamos en el tiempo hasta esa otrora Viena Imperial, patria del vals por excelencia, posibilidad que nos ofrece el exquisito espectáculo “Una noche en Viena”, presentado en el Teatro Nacional por la Sociedad ProArte Latinoamericana que preside el tenor Edgar Pérez, y que contó con la participación de la Orquesta Filarmónica Dominicana bajo la dirección del maestro Carlos Andrés Mejía, del Ballet Nacional Dominicano, dirigido por Armando González, del director Artístico Anton Fustier y de la soprano venezolana invitada: Mariana Ortíz.
En esta noche musical, la Sociedad ProArte rindió un merecido homenaje al gran músico y director Sinfónico dominicano, Julio De Windt. La noche vienesa inicia con la Obertura de la Opereta “El murciélago” de Johann Strauss, cuya música expresa la magia de una ciudad, que se vuelca hacia la música, en una época difícil.
La Obertura adelanta la atmósfera de baile que prevalecerá en esta opereta. La Orquesta Filarmónica de manera precisa, responde las pautas del director, produciendo música de calidad cuya belleza deleitará durante toda la noche.
La soprano Mariana Ortíz hace su entrada bellamente ataviada, e interpreta de la opereta “La Viuda Alegre” de Franz Lehar, la balada de Vilja o “Canción de la Ninfa”, conquistándonos a todos con el brillo de su voz, el canto dulce y lírico y su potencial actoral.
Del compositor vienés Rudolf Sieczynski, el tenor Edgar Pérez interpreta con gran sentimiento “Viena ciudad de mis sueños”, la hermosísima música expresa la alegría, el romanticismo de la bella ciudad, convirtiéndose el canto en un poema lírico.
La orquesta convenientemente colocada en el escenario, con trajes de época, posibilita el espacio para la danza, entonces escuchamos “Voces de Primavera” el bellísimo vals de Johann Strauss que con hermosos desplazamientos ejecutan los bailarines del Ballet Nacional.
Las voces de Mariana Ortíz y Edgar Pérez, se unieron en el entrañable dueto ¿Quién en el corazón sembró el amor?, que interpretan Sou Chong y Lisa, los protagonistas de la ópera romántica de Franz Lehar “El país de las sonrisas”. Luego también de Lehar, cantan el vals “Calla el labio” de la “Viudad Alegre”
El ensamble mantiene un ritmo sostenido, llegando a un crescendo cuando la orquesta interpreta de Johann Strauss –padre- la “Marcha Radetzky” con la que el espíritu de la vieja Austria encontraría su imperecedera expresión rítmica. La danza de nuevo cautiva con el bellísimo “Collage” de la “Viuda Alegre”, muy bien logrado por los excelentes bailarines del Ballet Nacional.
De la ópera “Giuditta” de Lehar, la soprano Mariana Ortíz, interpreta “Meine Lippen sie küsen so heiss” -Mis labios besan con tanto ardor- alcanzando aquí su momento más alto, en el que brilla su voz de impecable afinación y delicado fraseo.
Las aguas del Danubio Azul lo inundan todo, la orquesta se eleva en la cresta de la ola, y el vals fluye como torrente, en un inacabable girar y girar. La mágica noche vienesa nos envolvió a todos, y con acompasados aplausos acompañamos la orquesta, al tiempo de reconocer a cada uno de los artistas que hicieron posible esta velada inolvidable.

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