El Este de RD bajo lupa

El Este de RD bajo lupa

Tras el paso del ciclón María, el Este debe ponerse bajo lupa, es indispensable estudiarlo y analizarlo, conocer bien lo que provocó ese ciclon y buscar el porqué, para construir mejores infraestructuras y tomar decisiones de ordenamiento territorial. Eso debería permitir no repetir las mismas inversiones constantemente destruidas y reconstruidas, porque se realizan a toda velocidad, sin estudios serios del paisaje. El Este es una unidad geográfica por su fisionomía, localización y exposición, pero es conformada por varios paisajes que es imprescindible conocer, para destacar su dinámica propia y su evolución. Los factores a analizar son el régimen de las lluvias, los enclaves sociales rurales e urbanos que cree el desigual desarrollo de las vías y carreteras, la propiedad de la tierra, base de todo y la urbanización turística en las playas que obstruye la dinámica del litoral, destruye las lagunas, tala los manglares, agota el manto freático y crea un escenario debilitado frente a los retos climáticos.
La lupa de los investigadores debería plantarse arriba del bulevar turístico Bávaro-Uvero Alto-Miches que funciona como una barrera de cemento paralela a la línea de los hoteles en la playa! Las ‘flechas’, las lagunas y las playas fueron urbanizadas y no protegen más las tierras adentro, al contrario la erosión es activa por el Océano, las lagunas inunden Bávaro. Lo preocupante del caso es que el POT de Miches del Mitur se yuxtapone sencillamente al proyecto privado Tropicalia, las mismas barbaridades!. Hoy se quiere rescatar trece playas en el litoral Norte, dragarlas, rellenarlas de arena de otro lugar, costaría US $110 millones al Estado pero si no se revierten las causas del proceso erosivo, destructivo, invasivo del mar, esa inversión se repetirá cada diez años, como sucedió con la carretera Miches-Higüey que es otro ejemplo a escrudiñar: En el año 1993 se asfalto la carretera Miches-Higüey a lo largo de 84 km pero en el año 1996 el ciclón Hortensia destapó los fallos en la construcción de esta carretera -que desenclavó hacia el este, la región más arriba de la Laguna Nisibón con Higüey.
La capa de asfalto aplicada era tan fina que no aguantó las lluvias. La carretera se volvió pura pista africana, las alcantarillas viejas se desplomaron por el peso de las guaguas de viajeros, turistas y camiones pesados y la creciente de los ríos se llevó los puentes de los ríos Anamuya y Jonu-Duey. En el año 2004, la tormenta tropical Jean se llevó lo que quedaba, los puentes del río Nisibón, del río Cedro y del río Cuarón. Se reconstruyeron los puentes de los ríos Anamuya, Jonu-Duey y Cuarón – pero todavía se cruza los ríos Nisibón y Cedro en badenes provisionales y las alcantarillas están rotas. En el año 2007, la tormenta tropical Noel y las vaguadas que siguieron se llevaron lo que quedaba de la vía que unía a Higüey. ¡No es un cuento!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas