El Eurogrupo analizará mañana el estado de las negociaciones entre los acreedores y Grecia, en las que no se han producido aún los avances suficientes para que haya un acuerdo, pese a los problemas de liquidez de Atenas y a tan solo ocho semanas de que expire la prolongación del rescate.
Las negociaciones en el Grupo de Bruselas, formado por Grecia y la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), continúan estos días para tratar de forjar un acuerdo que debería estar sobre la mesa “como muy tarde a principios de junio”, señaló un alto cargo de la eurozona. Si bien la organización y la estructura de las conversaciones han mejorado, no se ha logrado cerrar ninguno de los múltiples elementos que están sobre la mesa. “Estamos bastante lejos de una situación en la que esté a la vista un acuerdo final”, señalaron las fuentes de cara a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona mañana, en la que, por tanto no habrá “ninguna decisión final».
Tampoco se espera, a diferencia del duro tono empleado en la reunión informal del Eurogrupo en Riga hace dos semanas, un debate largo o “contencioso” con el titular de Finanzas griego, Yanis Varufakis. Lo que no se descarta es la publicación de un comunicado en el que los ministros tomen nota de los progresos registrados y alienten al Grupo de Bruselas y a Grecia a seguir trabajando rápidamente hacia un acuerdo, primero a nivel técnico y después político. “Ha habido un importante acercamiento en una serie de áreas, pero no ha habido ningún acuerdo final sobre ningún dossier abierto, porque si no ya hubiera habido fumata blanca”, dijeron las fuentes. De hecho, ni siquiera todos los capítulos han sido discutidos aún en profundidad, agregaron. Así, las diferencias entre los acreedores y Atenas persisten, sobre todo en los principales elementos sobre la mesa, que son además las líneas rojas del Gobierno de Alexis Tsipras.
Los socios de Grecia creen además en general que la readmisión de 3.900 funcionarios que habían sido despedidos anteriormente “no está en línea con el acuerdo del 20 de febrero”, en el que se prolongó el segundo rescate hasta el 30 de junio y se pidió a Atenas no tomar decisiones unilaterales. Sin embargo, las fuentes indicaron que hay que esperar a ver qué opinan las tres instituciones. Las discrepancias que, según Atenas, mantienen éstas en las negociaciones han llevado al Ejecutivo heleno a acusar al FMI y a la CE de “impedir” el progreso de las conversaciones.
El retraso en las negociaciones, que debían haber concluido con un acuerdo el pasado 30 de abril, según el calendario originalmente pactado, se produce pese a las urgentes necesidades de liquidez de Grecia, que esta semana pagó al FMI 200 millones de euros en intereses por créditos concedidos. Atenas debe pagar otro vencimiento al FMI el martes, por un importe de 760 millones de euros.
“Obviamente Grecia no nada en dinero, pero estoy bastante confiado en que cumplirá fácilmente con sus próximos pagos”, señaló el alto cargo de la eurozona. Los desembolsos más cuantiosos deberán efectuarse en junio, julio y agosto con una suma total de mas de 21.000 millones entre pagos al FMI, al eurosistema y en vencimientos de letras del Tesoro. Grecia, que de desbloquearse las negociaciones puede recibir 7.200 millones de euros pendientes del segundo rescate, apuesta por que el BCE eleve el límite de las letras del Tesoro que puede emitir, pero para ello será necesario un acuerdo completo en el Eurogrupo, tal y como ha dicho la entidad monetaria de la eurozona. De momento, y pese a expirarse en ocho semanas la segunda prolongación del rescate griego en febrero, Atenas y los acreedores aún no han comenzado a hablar de un eventual tercer programa.