El FMI bajo presión por Ucrania

El FMI bajo presión por Ucrania

WASHINGTON. Llamado al rescate por Kiev, el Fondo Monetario Internacional recibe presión desde todos los frentes para dar luz verde a un plan de ayuda, a riesgo de afectar su propia credibilidad.

Los expertos del FMI inician este martes en Kiev reuniones con las nuevas autoridades para analizar la situación de la economía ucraniana y diseñar un plan de ayuda, mientras el país se hunde en la inestabilidad y asegura encontrarse al borde de la quiebra.

La aprobación de un préstamo del FMI parece encontrarse en un horizonte lejano aunque la presión sobre la institución ya se siente.

El domingo, los ministros de Economía de los siete países más industrializados (G7) subrayaron que el FMI era el «mejor preparado» para respaldar financieramente a Ucrania. Estados Unidos, primer accionista del FMI y a favor del nuevo régimen en Kiev, ha indicado que el Fondo debería encontrarse en el «corazón» de un plan económico de ayuda a Ucrania.

Europa, otro peso pesado del Fondo, sigue la misma línea. «Ningún estado miembro (del bloque) se moverá sin la evaluación del FMI de las necesidades financieras de Ucrania», señaló una fuente europea.

El FMI ya había asegurado estar «listo para responder» al llamado ucraniano, aunque debe equilibrar su respuesta con sus propias normas de funcionamiento y evitar avivar los reproches de algunos países sobre que la institución cede a las presiones de Occidente.

Sobre las normas internas, el FMI presta dinero a un país sólo a cambio de medidas de austeridad y si la condición de las finanzas públicas le garantizan poder recibir el reembolso. Pero estas reglas fueron mal llevadas a cabo especialmente tras el primer plan de ayuda a Grecia en 2010, en medio de la presión política y de pánico por un posible hundimiento de la zona euro.

En 2013, el FMI admitió incluso haber aprobado el préstamo sin que sus expertos hayan podido garantizar que la deuda griega era «viable».

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