El FMI y el sistema bancario

El FMI y el sistema bancario

La misión del FMI, encabezada por el señor Gajdeczka, visitó recientemente la República Dominicana para abordar los temas de consulta del Artículo IV relativos a las condiciones macro-económicas y financieras del país.

Al cierre de su visita, la misión manifestó que los indicadores del sistema financiero son satisfactorios y que “el rápido crecimiento del crédito bancario al sector privado es un factor que merece ser vigilado de cerca”.

¿Por qué debe preocupar el crédito al sector privado aunque éste sea un importante factor de crecimiento?

La pregunta debe ponerse en contexto, partiendo de la premisa de que, para crecer, el sector bancario debe ser el catalizador del dinamismo económico, transformando el ahorro en inversiones. Esto es un gran reto si consideramos que el índice de crédito al sector privado sobre el PIB de RD es el más bajo entre nuestros competidores centroamericanos. RD se coloca muy por debajo del 70.7% de Panamá y del 55.2% de Honduras, con un 24.2%, según datos del Banco Mundial.

Por otro lado, y según las propias conclusiones del FMI, los indicadores financieros evidencian que el sistema tiene suficiente liquidez y capital para enfrentar riesgos no previstos. Según datos de la Superintendencia de Bancos (SB) las provisiones de carteras vencidas se colocan en un 141%. Mientras que el índice de solvencia del sistema financiero es de 17.88%, muy por encima del mínimo requerido por ley, que es del 10%.

Vigilar el crecimiento del crédito es necesario, no porque preocupe, sino para monitorear el perfil de riesgo de dicha cartera así como los riesgos de mercado y cambiarios para preservar la estabilidad del sistema.

La observación del FMI es una conclusión extraída de las experiencias de las crisis financieras, que tienden a ocurrir cuando aumenta el índice de préstamos vencidos.

Una forma de evitar esto es prestando bien y supervisando la forma como se hace. Un oportuno monitoreo es necesario para vigilar que los créditos extendidos respondan a los criterios de evaluación del deudor, sobre todo cuando, según la SB, el renglón de mayor crecimiento dentro de la cartera de créditos fue el de consumo (con un 7.1%), el cual que se encuentra entre los más riesgosos –medido por su tasa de interés promedio- y tiene menos impacto en el crecimiento.

Una banca estable optimiza las capacidades supervisoras de las autoridades financieras y permite respaldar el desarrollo nacional propiciado por los intermediarios del sector.

 

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