Kyoungwha Kim
Uno de los pocos expertos en pronósticos que predijo tanto el inicio como el auge del boom de acciones chinas, ahora está alertando que el país será golpeado por las mismas fuerzas que ocasionaron las crisis financieras alrededor del mundo en las últimas cuatro décadas.
Hao Hong, jefe de estrategia china en Bocom International Holdings Co. en Hong Kong, dice que la escasez de dólares fue la característica común en la crisis del petróleo en la década de los 70, en la turbulencia de la deuda latinoamericana en los 80, en el colapso de las monedas asiáticas en 1997 y en la crisis global de 2008. El próximo año verá incrementos de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal, un mejoramiento del balance de la cuenta corriente de Estados Unidos y un dólar estadounidense más fuerte, lo que pondrá tensiones en los elementos más apalancados de la segunda economía más grande del mundo, dijo.
“Históricamente, cada vez que la cuenta corriente de Estados Unidos mejora, junto con un fortalecimiento del dólar, algún país en alguna parte del mundo se sume en algún tipo de crisis”, dijo Hong. “Es probable que la presión de un endurecimiento de la Reserva Federal y, por lo tanto, una falta de liquidez en dólares, sea evidente” en las propiedades de Hong Kong, así como en préstamos en línea y en bonos corporativos con alto rendimiento, dijo en una entrevista.
El yuan, durante varios años la moneda más rentable para el arbitraje cambiario de Asia cuando se ajusta por la volatilidad, se ha debilitado 4,2 por ciento contra el dólar en 2015, mientras la ventaja de rendimiento de la deuda soberana de China sobre los bonos del Tesoro cayó a su menor nivel en cinco años.
Las compañías chinas que prestaron en divisa extranjera a un ritmo récord en los últimos tres años ahora están comprando dólares para protegerse contra las pérdidas. El dinero caliente que entró a China con facturas falsas de exportación, compras de metales e inversiones extranjeras disfrazadas ahora se dirige a la salida.
Arbitrajes cambiarios. “Todos los caminos al infierno están empedrados de arrastre positivo”, dijo Hong. “En los últimos años, uno de los más grandes arbitrajes cambiarios fue prestar deuda en dólares sin cobertura, dada la expectativa unidireccional para la apreciación del yuan. Estamos viendo a algunas compañías pagar al contado rápidamente deuda denominada en dólares, aliviando así algunos de los riesgos, pero no todos”.
El yuan se fortaleció 13 por ciento contra el dólar en los cuatro años hasta 2013, antes de retirarse 2,4 por ciento en 2014. La pérdida de este año se encamina a ser la más grande en más de dos décadas. El coeficiente Sharpe de la moneda, un indicador de los incentivos en los riesgos que los inversores toman, es el más alto entre 22 mercados emergentes para el período desde 2010, reflejando su atractivo para los inversores que compran monedas con más altos rendimientos con fondos prestados en países que tienen más bajas tasas de interés.
Como los servicios financieros en línea experimentan un crecimiento explosivo, el monto total de préstamos en circulación entre iguales en China se situó en 351.000 millones de yuanes (US$54.000 millones) en octubre, de acuerdo a iResearch Consulting Group, y Hong lo destaca como un área que ha experimentado un considerable aumento de apalancamiento.
Los precios de las viviendas de Hong Kong, que se han más que duplicado desde 2009, podrían caer tanto como 20 por ciento en los próximos tres a seis meses, pronostica Bocom. La emisión de bonos en dólares por parte de las compañías chinas creció cada año desde 2008, saltando a un récord de US$94.000 millones en 2015 desde US$2.400 millones hace siete años.