El hospital Félix María Goico, ubicado en pleno sector de Villa Consuelo, en el Distrito Nacional, está sobrecargado de pacientes y médicos, además del personal que le corresponde, tienen los residentes, enfermeras y a los pacientes del hospital Padre Billini.
El centro de segundo nivel tiene seis pisos, su deterioro es tal, que hace unos días, un médico quedó atrapado en un ascensor que tuvo un conato de incendio.
Las actuales autoridades, dirigidas por la doctora Esther Marte Abreu hacen esfuerzo por mantener en pie el centro, pero el hospital que tiene 29 años tiene una estructura sucia, su pintura está descascarada y sin brillo.
El hospital luce destartalado, el sexto piso está convertido en un almacén de camas y trastos, mientras pacientes con diferentes enfermedades deben subir elevadas y desvencijadas escaleras.
La demanda es muy alta, pacientes de todo el país se dan cita en el centro en búsqueda de soluciones de cirugías menores, asegura la directora.
La intervención en la emergencia no puede esperar, se trata de un área angosta y hacinada que no da abasto a la gran cantidad de personas que la requieren.
Una comisión de ingeniero del Servicio Nacional de Salud hizo una evaluación de las escaleras y de las condiciones del ascensor del centro de salud.
La doctora Marte insiste en que recibe apoyo del SNS, pero asegura que existen procedimientos para realizar compras que retrasan el trabajo y la voluntad de avanzar.
Las personas vienen a buscar consultas con especialistas, les cobran por todo, pero los pacientes se quejan de la falta de condiciones que tiene el hospital.
Ya está en curso una licitación para pintar el edificio y para la compra del ascensor, pues las quejas del personal y de los pacientes son frecuentes.
Médicos de tres especialidades y que pertenecen al Padre Billini están en este centro, el cual cuenta con los mismo recursos para el funcionamiento. Casi 200 trabajadores del referido hospital llevan casi un año, lo que ha elevado el gasto de recursos que el centro no tiene. Al Félix María Goico llegaron médicos y pacientes del Padre Billini, a ellos se les da la comida y medicamentos.
Intervenciones. La más urgente intervención debe realizarse en la emergencia, solo tiene una emergencia general y una de medicina interna.
El hospital no está habilitado, necesita reducir el número de camas de seis a dos, el cuarto piso del hospital también debería ser intervenido.
El centro solo tiene aire en algunos consultorios, en las salas de ingreso los pacientes llevan sus abanicos y todavía tiene archivos tradicionales. Antes los pacientes buscaban sus citas con la historia clínica y récord en las manos.
Se trata de un hospital que perteneció al Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), ahora pertenece al Servicio Nacional de Salud (SNS).
La búsqueda de asistencia médica se ha quintuplicado en un hospital que tiene 30 especialidades, asegura la doctora Marte Abreu.
El hospital tiene 45 camas para internamiento, la mayoría de ellos, paradójicamente vienen de provincias tan distantes como Pedernales e Independencia.
Una de las ventajas que tiene la gente es el poco tiempo para lograr una cita. El centro recibe 1.5 millones de pesos cada mes, antes se descuenta en 40% y se destina al Programa de Medicamentos Esenciales (Promese). Ese dinero se usa para la compra de medicamentos no esenciales y para la compra de medicamentos. Se espera el auxilio del Servicio Nacional de Salud.