Londres. El consejero delegado del HSBC, Stuart Gulliver, aseguró hoy que no buscó “ventajas fiscales” al cobrar su sueldo a través de una cuenta bancaria en la filial suiza del banco británico a nombre de una empresa panameña.
Gulliver compareció con el presidente de la entidad, Douglas Flint, ante la comisión del Tesoro de la Cámara de los Comunes británica, que les interrogó sobre las actividades de la sucursal de banca privada del HSBC en Suiza, acusada de haber facilitado la evasión fiscal a más de 106.000 clientes en la década de 2000.
El directivo, que accedió a su cargo actual en 2011 y acumula una carrera de 35 años en el banco, se disculpó por las “inaceptables» antiguas prácticas del HSBC en Ginebra y subrayó que estas se han corregido.
El banquero lamentó “la falta de controles y procedimientos” que “claramente han resultado en un perjuicio de la confianza en el HSBC y dañado su reputación”, después de que el exempleado Hervé Falciani filtrara a diferentes países la lista de presuntos evasores fiscales ayudados por el banco.
Flint dijo por su parte que las personas responsables del robo de datos y “del comportamiento inaceptable” son el equipo directivo de la oficina suiza, en especial “los directores de relaciones”, y admitió que un 30 % siguen empleados por la entidad.
El presidente de la comisión parlamentaria, Andrew Tyrie, preguntó a Gulliver sobre sus peculiares arreglos bancarios, pues hace unos días se confirmó que el financiero es residente en Hong Kong y cobra su sueldo en la filial suiza del HSBC mediante una empresa panameña.
Gulliver dijo “entender” por qué “la gente encontrará estos arreglos inusuales”, pero aseguró que no se debieron a una voluntad de eludir impuestos sino que buscaban evitar que otros empleados del banco con acceso a las cuentas descubrieran lo que ganaba.
“No había ninguna ventaja fiscal o propósito de ese tipo al crear la empresa panameña. Era una entidad nominal construida puramente para darme privacidad dentro de mi propia compañía”, explicó.
Gulliver precisó que, cuando salió del Reino Unido en los años 80 para continuar su carrera en el extranjero, estableció su residencia en Hong Kong, adonde planea volver, y en 1998 creó la empresa panameña para canalizar sus pagos. “Era puramente para tener privacidad respecto a mis colegas en Hong Kong y Suiza.
Teníamos un sistema informático en esos días que permitía a todo el mundo acceder a las cuentas del personal. Como yo era de los mejor pagados, quería mantener mi privacidad de mis colegas”, declaró. “Con la perspectiva de estos quince años, claramente Panamá suena extraño -concedió-. Pero era simplemente una entidad nominal. Yo no escogí Panamá.
Era una estructura que en ese momento utilizaba nuestra filial de banca privada en Suiza». Gulliver incidió en que ha cumplido y cumple con sus obligaciones fiscales en el Reino Unido.
“He sido residente fiscal desde 2003, he pagado impuestos al fisco británico de mis ingresos con el HSBC en todo el mundo, he pagado impuestos sobre los dividendos y sobre las acciones que he vendido (…)”, manifestó.
El escándalo de las cuentas opacas de la filial helvética del HSBC ha salpicado al Gobierno británico, pues el primer ministro, David Cameron, dio en 2011 un cargo gubernamental a Stephen Green, máximo responsable del banco cuando se cometieron las irregularidades. Está previsto que Green, miembro del Partido Conservador, comparezca también ante la Cámara de los Comunes en relación con el caso.