POR LEONORA RAMÍREZ
Cuatro años de recopilación de datos se convirtieron en un libro de 446 páginas, con 24 capítulos y 293 temas en los que se relatan, sin matices, las acciones que convirtieron al gobierno del ex presidente Hipólito Mejía en uno de los peores mandatos de los últimos 30 años, a juicio de Ramón Puello Báez, su autor.

Atípico, el ejercicio del poder como una aventura, documenta sobre los inicios políticos de Mejía, su relación con el ex presidente Antonio Guzmán en un contexto en el que se desmitifica su desempeño como secretario de Agricultura.

La cronología de hechos, que sirve para esbozar la personalidad del ex mandatario, incluye el decrecimiento económico que se registró en su gestión, los errores en el manejo de la crisis bancaria del 2003, su relación con personas cuestionadas socialmente, y toda la fraseología que le dio color macondiano a sus declaraciones públicas.

Puello Báez, periodista y abogado, no teme que encasillen su libro como una obra política, porque entiende que esa valoración es inevitable en un país como éste, donde las pasiones de ese tipo siempre están latentes.

Los aspectos políticos son muy pocos, lo que se hace es un análisis de la personalidad de Hipólito, y como tal la figura presidencial él la llevó a niveles insospechados de degradación.

DE COMO SURGIÓ LA IDEA DEL LIBRO

Hasta el 2001 no pasó por la mente del autor escribir un libro sobre las ejecutorias de Mejía, porque originalmente pretendía hacer un trabajo de investigación sobre el ejercicio periodístico en América Latina, con énfasis en la República Dominicana.

El cambio de intención comenzó cuando el ex presidente dejó brotar su intolerancia con la prensa, y conjuntamente surgieron los errores de su política económica, sobre todo con la devaluación de la moneda.

En la medida en que se desarrollaban los acontecimientos, y el gobierno de Mejía demostraba ineptitud y aparecía la corrupción, pensé que podía hacer una radiografía periodista de su administración.

LE FALTÓ PRUDENCIA

Puello Báez asegura que la obra está objetivamente documentada, que no hay una sola palabra que no tenga el soporte de una declaración publicada en los diarios locales.

Pero cuando analiza la actitud del ex presidente frente al poder plantea que le faltó prudencia y cordura.

Los políticos deben tener formación adecuada, no todo el mundo puede ser jefe de Estado, de manera que Hipólito no podía ser presidente porque no tenía condiciones para eso, alegó.

EN EL CONTEXTO QUE LLEGÓ AL PODER

En la campaña presidencial del 2000 Mejía sintonizó con una parte de los votantes que, veían en él, al hombre que hablaba un lenguaje llano, sin las formalidades de los peledeístas en el gobierno.

El representaba al funcionario eficiente que reivindicó el campo cuando dirigió la Secretaría de Agricultura, y como Guapo de Gurabo encarnaba la valentía del macho dominicano.

Eso pudo influir en su triunfo -obtuvo 43% como candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD)- consideró Puello Báez al destacar que ese partido tuvo un buen equipo de propaganda que minó las bases del primer gobierno del entonces presidente Leonel Fernández.

La salida del poder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) coincidió con los cuestionamientos a la prioridad de las obras construidas, y a la percepción del incremento de la corrupción.

EL PODER LO TRANSFORMÓ

No se resaltan en la obra de Puello Báez aspectos positivos del gobierno de Mejía, y en el recorrido de desaciertos que él plasma aparecen también sus enfrentamientos con la iglesia católica, la obstinación por la reelección, las precariedades de los servicios de salud, o la participación de militares en sus actividades políticas.

Hipólito se transformó cuando llegó al poder, porque uno de sus hijos, Ramón Hipólito Mejía, lo calificó como un bocón de buen corazón, yo era amigo de él y todos los conocimos así, pero el poder lo transformó.

¿Pero Mejía ha sido el único mandatario que se ha dejado arropar por el poder?

No, muchos han cambiado, pero quizás no tan extremadamente.

Para explicar la mutación del ex presidente el escritor utiliza una cita de Fidel Castro, que aparece en el libro Fidel Castro, biografía a dos voces, cuyo autor es Ignacio Ramonet.

Quizás la lucha más importante que tiene que librar alguien que tenga poder es la lucha contra sí mismo, la lucha por autocontrolarse, quizás una de las cosas más difíciles. Tiene que actuar contra la corrupción que favorece el poder, e incluso contra el abuso de sus facultades, porque hace falta una conciencia muy bien formada y fuerte.

Puello Báez está de acuerdo con esa explicación, y añade que en la versión dominicana al que alcanza poder político lo ponen loco, porque el pueblo adula a cambio de canonjías.

¿QUÉ FUE LO MÁS PARADIGMATICO?

La actitud más paradigmática del ex presidente fue involucrarse con personas que él sabía no tenían principios ni ética, pero lo hacía por el afán de poder.

¿PODRÍA VOLVER A GOBERNAR?

Aunque Puello Báez quiere dejar como mensaje que no se debería repetir una administración como la de Mejía, ni un mandatario con su personalidad, él está consciente de que éste podría retornar al poder porque este es un país que olvida.

Si lo lleva un partido fuerte o un conjunto de partidos cualquier cosa podría pasar, manifestó al destacar que el país no ha avanzado lo suficiente en términos políticos.

Mi obra demuestra por qué el desencanto de los ciudadanos en el sistema democrático, porque este no le responde con la fortaleza de las instituciones, con la cultura democrática y con respuesta a la problemática social

EL CASO BANINTER

La crisis del sector bancario, y sobre todo la quiebra fraudulenta del Banco Intercontinental (BANINTER), queda ampliamente reseñada en el texto.

En ese sentido, la tesis del autor es que la crisis económica que afectó la administración de Mejía surgió antes del problema bancario y del caso BANINTER.

Ramón Báez Figueroa, presidente de esa entidad, cometió sus errores -aclaró el escritor- pero resaltó que la autoridad monetaria manejó ilegalmente ese caso, al devolverle RD$500 millones a Guaroa Liranzo, tesorero del banco.

Hubo un manejo inexperto, político e ilegal del caso BANINTER, y eso contribuyó a dimensionar la crisis económica.

Actualmente se ventila en la justicia el alegado fraude, por más de RD$50,000 millones, que habrían cometido los principales ejecutivos de la entidad financiera en perjuicio de los ahorrantes.

EL HOMBRE QUE SE EQUIVOCÓ DE OFICIO

A Puello Báez no la cabe la menor duda que Mejía se equivocó al postularse para la presidencia de la República.

El entiende que éste no tenía ni capacidad intelectual ni equilibrio psicológico para manejarse en el poder.

En el último capítulo del libro el autor señala que su caso pasará a la historia como emblemático, para ponerlo como ejemplo del daño irreparable que produce en manos de individuos sin suficiente capacidad, prudencia y tolerancia.

ROL DE LA PRENSA EN EL GOBIERNO DE MEJIA

Uno de los dislates que se le atribuyen a Mejía es haber enfrentado a los medios de comunicación, a causa de las críticas que le hacían a su gobierno.

En tal sentido, Puello Báez expresó que la prensa jugó su papel, hizo observaciones críticas pertinentes porque él cometió muchísimos errores, sólo que nos encontramos con un presidente intolerante.

Asimismo, argumentó que una de las virtudes de los políticos debe ser la tolerancia, pero si a la menor observación se reacciona de manera personal entonces no se es un buen político.

En ese contexto, refirió que otro de los errores del ex mandatario fue hablar todos los días sin que fuese necesario.

Parece que él no escuchaba a sus asesores, porque hay que administrar las palabras cuando se está en el poder.

Por eso enfrentó a los medios de comunicación, a la iglesia, a directores de diarios como Bernardo Vega, Rafael Molina Morillo, no hubo nadie que se salvara, dijo el escritor que está vinculado a la prensa desde 1966.

SOBRE HIPÓLITO MEJÍA

Hipólito Mejía nació el 22 de febrero de 1941 en Gurabo, una comunidad rural de Santiago.

Estudió en el Instituto Politécnico Loyola, donde obtuvo el título de perito agrónomo en el año 1962.

Realizó estudios de procesos agroindustriales del tabaco en la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos.

En 1965 fue director del Instituto del Tabaco, y posteriormente la Federación de Cooperativas.

Creó las empresas Procesadora de Semillas Dominicanas y Agrocentro.

En la actividad política se inició en el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), en el que se desempeñó como dirigente del comité municipal de Santiago.

Llegó al PRD en el gobierno de Antonio Guzmán (1978-82), aunque después formó parte del Bloque Institucional Independiente (BIS), que creó José Francisco Peña Gómez a raíz de la división política que tuvo el PRD en la década de 1990.

Alcanzó la presidencia en el 2000 y no pudo reelegirse.